jueves, enero 22, 2009

Un soneto de Neruda

SONETO XXV

Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.

Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.

Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,

todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.


Pablo Neruda

2 comentarios:

Riquero dijo...

Adoro Neruda... me encanta que hayas puesto este soneto!

Anónimo dijo...

Hola

Muy bonito tqm