Luego de leer en el periódico que hasta el día de ayer sólo habíamos recibido 6 horas de luz solar durante enero, soy feliz de que ahora la fulanita del clima haya tenido razón y esté soleado, ajjajaja aún cuando mañana se espera que caiga nieve.
Pude finalmente ver la diferencia entre mar, cielo y montañas al cruzar el puente y ahora mismo que escribo esto veo árboles verdes, cielo azul: ¡luz! Y eso me hace recordar este poema que me encanta de Pedro Salinas.
Pude finalmente ver la diferencia entre mar, cielo y montañas al cruzar el puente y ahora mismo que escribo esto veo árboles verdes, cielo azul: ¡luz! Y eso me hace recordar este poema que me encanta de Pedro Salinas.
La voz a ti debida.
Versos 702 a 739
¡Sí, todo con exceso:
la luz, la vida, el mar!
Plural todo, plural,
luces, vidas y mares.
A subir, a ascender
de docenas a cientos,
de cientos a millar,
en una jubilosa
repetición sin fin,
de tu amor, unidad.
Tablas, plumas y máquinas,
todo a multiplicar,
caricia por caricia,
abrazo por volcán.
Hay que cansar los números.
Que cuenten sin parar,
que se embriaguen contando,
y que no sepan ya
cuál de ellos será el último:
¡qué vivir sin final!
Que un gran tropel de ceros
asalte nuestras dichas
esbeltas, al pasar,
y las lleve a su cima.
Que se rompan las cifras,
sin poder calcular
ni el tiempo ni los besos.
Y al otro lado ya
de cómputos, de sinos,
entregamos a ciegas
—¡exceso, qué penúltimo!—
a un gran fondo azaroso
que irresistiblemente
está
cantándonos a gritos
fúlgidos de futuro:
«Eso no es nada, aún.
Buscaos bien, hay más.
la luz, la vida, el mar!
Plural todo, plural,
luces, vidas y mares.
A subir, a ascender
de docenas a cientos,
de cientos a millar,
en una jubilosa
repetición sin fin,
de tu amor, unidad.
Tablas, plumas y máquinas,
todo a multiplicar,
caricia por caricia,
abrazo por volcán.
Hay que cansar los números.
Que cuenten sin parar,
que se embriaguen contando,
y que no sepan ya
cuál de ellos será el último:
¡qué vivir sin final!
Que un gran tropel de ceros
asalte nuestras dichas
esbeltas, al pasar,
y las lleve a su cima.
Que se rompan las cifras,
sin poder calcular
ni el tiempo ni los besos.
Y al otro lado ya
de cómputos, de sinos,
entregamos a ciegas
—¡exceso, qué penúltimo!—
a un gran fondo azaroso
que irresistiblemente
está
cantándonos a gritos
fúlgidos de futuro:
«Eso no es nada, aún.
Buscaos bien, hay más.
Pedro Salinas
3 comentarios:
Me alegra, porque ya toca un poco de sol... Aquí hay unos vientos horrorosos!!
Me encantó el poema de Salinas... lo adoro!
yay! ya extrañaba hacer comentarios por akí jaja! =) ke bueno ke haya salido luz, me parece impresionante pensar ke durante todo un mes, sólo 6 horas haya luz!! wórales!
Hola
Que bueno que ya hay sol, no se puede leer el poema, por el fondo verde y letras de ese color, ojala pudieras cambiar, porque me cuesta trabajo leer jajajaja TQM
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