miércoles, enero 30, 2013

En Egipto

Terminé mi libro de Daniel Sada y no me canso de decir que es de lo mejor que he leído de literatura mexicana recientemente. No veo la hora de seguir leyendo su obra, pero de preferencia en español. Mi nuevo libro es uno que tenía pensado leer desde hacía tiempo -como muchos otros- y que llego a mi lista de literatura pendiente por la recomendación de una profesora de la universidad que siempre amé, y por otra compañera de egipto que tuve en una clase precisamente con esa maestra. Efectivamente, el autor es egipcio y la obra se llama The Yacoubian Building (el libro puede encontrarse en español como El Edificio Yacobián) de Alaa Al Aswany.

Desde las primeras páginas -que gracias a mi lector electrónico miniatura son muy pequeñas-supe que me encantaría este libro y no solo por el significado político y la perspectiva que uno obtiene sobre la sociedad egipcia, sino por el caracter humano de sus personajes, por su narración simple y al mismo tiempo perfectamente construida.

 Así que las próximas semanas me dedicaré a leer este libro, donde los habitantes del edificio Yacobián comparte mucho más que un mismo lugar para vivir.


martes, enero 22, 2013

Espalda en enero

Odio el dolor de espalda y me chocan los eneros. Como se habrán dado cuenta este post no es nada positivo sino más bien una queja pública a mi dolor asqueroso de espalda y a lo mucho que me desagrada este mes.

Justo donde este fulano tiene la mano y de ese lado es donde me duele, quizás un poco más abajo.
Ayer, de la nada,me dio nuevamente un dolor de espalda indecente (aunque hoy, luego de las preguntas del Dr. puede que me haya lastimado un día antes mientras limpiaba la casa, cosa que no hice de forma extrema o meticulosamente, más bien bastante ordinaria). Ayer en la tarde fui a masaje terapeutico y mejoró un poco. Pero hoy de plano tuve que ir con el Dr. porque no pude dormir por el dolor, y estuve aterrada al acostarme por temor que me fuese a pasar lo mismo que años atrás.

Ya tengo medicina, y otra sesión de masaje mañana. Regresaré al Dr. en una semana y quiero pensar que ya podré agacharme y me sentiré mucho mejor. Pero la otra semana, aún será enero...


martes, enero 15, 2013

Molesta pero fascinada

Roberto Bolaño admiraba la literatura de Daniel Sada, esto para mi es más que suficiente para que Sada merezca una oportunidad literaria este año. Sin embargo, me molesta en exceso que tenga que leer a este maravilloso autor mexicano en inglés, que tenga que leer Almost Never en lugar de Casi Nunca.

Sentí la misma molestia cuando tuve que leer los Detectives Salvajes en inglés...pero a los pocos capítulos mi enojo se disipó ante mi fascinación por la novela de Bolaño. Al mismo tiempo, me sentí en extremo molesta conmigo misma por haber dejado pasar tanto tiempo sin haber leído este libro.

Pero regresando a mi libro actual y haciendo a un lado mis "debería estar leyendo esto en español" y "cómo pude pasar tantos años de mi vida sin conocer a Sada"...este libro está lleno de México, tiene un narrador qué no sé cómo calificarlo -es mucho más que omnisciente-, está escrito en un lenguaje tan arraigado a los autores latinoamericanos que tanto disfruto. Leer este libro es leer México, es imaginarse a Demetrio, Mireya y Renata dentro de esos paisajes que posiblemente sólo los mexicanos conocemos.

Según mi lector electrónico voy un 25% de mi libro, pero desde ahora me atrevo a recomendarlo en su totalidad, a escasos capítulos sé que se darán cuenta y se dirán "cómo pude pasar tantos años de mi vida sin conocer a Sada".

lunes, enero 07, 2013

Sobre el uso de palabras hirientes

Dos películas canadienses

La semana pasada vi dos películas canadienses  que recomiendo ampliamante. Aquí puede ver los trailers con subtítulos en español.

La primera es Monsieur Lazhar. Los niños son actores estupendos, y el personaje de Lazhar de esos que no se olvidan fácilmente.



La segunda, Incendies,  aunque con una trama mas compleja y violenta, es igualmente excelente.


Espero de verdad que puedan ver estas dos películas pronto, les aseguro que valen 100% la pena.

¿Con quién discutir?

Este es mi nuevo libro (últimamente creo que leeo muy rápido, pero también tiene que ver el hecho de que tengo bastante tiempo libre). Esta novela, al igual que  Everybody has Everything gira alrededor de una tragedia familiar, de hecho, en ese sentido, creo que este libro de Woodruff es más trágico que el de Onstad.

Como normalmente me sucede, no tengo con quién compartir mis lecturas porque nadie más lee lo que yo leo. He pensado seriamente en unirme a uno de esos clubes de lectura o como aquí se llaman book clubs, pero no sé, aún no me decido. A veces leo libros que sé que la gente lee en esos  grupos, pero otras más, hay libros que leo y amo para los cuales sé que no hay book clubs disponibles en Vancouver.  Por ejemplo, ¿con quien podría discutir 2666 de Bolaño? Sólo me viene a la cabeza mi profesor chileno de la universidad, al que cuando le escribí contándole que había terminado este libro de Bolaño -porque estaba muy emocionada y no tenía con quien más compartir lo maravilloso de este libro-me preguntó si iba a escribir un ensayo sobre el mismo. ¿Con quién voy a discutir en Vancouver mis libros de Lucía Etxebarria? Nadie que yo conozco sabe lo buena que es este autora salvo mi profesora española de la universidad que tanto admiro y quien también me intridujo a la escritura de Millás.

Por ahora, mi lectura un poco más convencional de Those We Love Most, me hace feliz, y tal vez un día de estos encuentre a alguien para platicar sobre Maura, Margaret y Pete.

sábado, enero 05, 2013

Conmoción por el final que debe leerse de pie


Hoy en la tarde terminé The Sense of and Ending, de Julian Barnes (mismo que existe en español bajo el título El Sentido de un Final) y el final me...mmmm no sé que adjetivo usar, supongo que conmoción. Sentí que tenía que hablar o discutir el final con alguien...obvio no tenía a nadie a mi alrededor que lo hubiese leído, así que no me quedó otra mas que buscar algún foro en Internet y al menos leer los comentarios. Por suerte, encontré uno muy bueno que me ayudó a expresar mis emociones ante el final de esta novela.

Este es el primer libro electrónico que saco de la biblioteca pública mismo que hace una hora regresé -todo el concepto de sacar y regresar libros electrónicos de la biblioteca me es extremandamente ajeno-. Mi nuevo libro pertenece a una lista que tengo de libros por leer. La lista proviene de cosas que veo recomendadas, o de libros que autores que me gustan han recomendado, otros son libros que llevo años queriendo leer; mi lista incluye libros en inglés y español.  El origen de mi libro actual no lo recuerdo -creo que lo vi recomendado en una revista-, y lo más seguro es que en mi siguiente post hable de él ya que lleve algunos capítulos leídos.

Por ahora no me queda más que recomendar ampliamente el libro de Barnes y también sugerir que, cuando terminen un libro y sientan necesidad de compartir sus emociones y sentimientos sobre el final, pueden recurrir a ciertos foros en Internet, al menos uno se siente acompañado y comprendido. El final de este libro, es de esos que deben leerse de pie, o como clasificaría mi querido Vasconelos a los libros, de esos libros que deben leerse de pie.

viernes, enero 04, 2013

El por qué escribo sobre mis libros

Sé que mi blog se está convirtiendo en una mala revista literaria, y aunque quiero escribir sobre mi nuevo libro (The Sense of an Ending de Julian Barnes), la verdad es que escribo sobre lo que leeo para no escribir lo que está a mi alrededor, o más bien, lo que no está.

Quiero escribir entradas alegres y positivas, pero no me siento lo más remotamente inspirada para hacerlo. Sé que tengo razones para escribir historias si bien no llenas de felicidad, al menos no deprimientes, pero al mismo tiempo siento que tengo más razones para escribir sobre cosas que me tienen deprimida, decepcionada o que me molestan en exceso.

Pero la verdad es  que estaré en estado de depresión hasta que no encuentre un trabajo. Y sí,  cada día que pasa es peor. Pero he llegado a mi límite para fingir cierta felicidad. Tengo derecho y razones para sentirme deprimida, y aunque sucede lo mismo para sentirme feliz, quienes saben qué es la depresión estarán de acuerdo que es muy difícil ver lo bueno cuando se está deprimido, y que de hecho, cuando la gente constantemente te recuerda "lo afortunado que eres por tal o cual razón" las cosas sólo empeoran.

Ahora escucho esta canción que me parece hermosa, y en un rato me alistaré para ir al dentista. ¿Lo bueno? Qué los fines de semana que estoy con mi Muñequito, siempre me ayudan a estar feliz.  También es bueno que aún no siento que necesite ser medicada, así que me basta con mi dosis diaria de vitamina D y terapia de luz.