lunes, julio 30, 2007

...Just to love, and be love in return...





Hace unos años compré un disco maravilloso de Caetano Veloso: A foreing sound”, creo que es de los discos que más disfruto escuchar completos.

Una de las canciones que interpreta Caetano es la que hiciera famosa Nat "King" Cole décadas atrás: Nature boy”.

Sin duda la versión que presenta Caetano, dista mucho de la de Nat, pero igual me sigue pareciendo deliciosa; lo que en verdad me cautiva es la letra… esa parte final que dice “The greatest thing you'll ever learn is just to love and be loved in return”

No sé si sea cierto o no, tampoco es ni mi canción ni letra favorita, pero siempre que la canto, me cuestiono si de verdad el amar y ser amado representa tanto en la vida como lo escribió Eden Ahbez.

domingo, julio 29, 2007

¡El día que mataron a Pet y sus hermanos!




¡Estoy peleada con escribir cuentos! Sé que debo reconciliarme con ellos, pero me cuesta mucho trabajo, les tengo una pequeña aversión. Me encanta leerlos, pero si pienso en escribirlos… ahhhh ¡comienzo a derretirme!


En la preparatoria me encargaron, como parte de un proyecto hacer un cuento. En ese entonces, el modelo de preparatoria bajo que cual estudiaba era interdisciplinario por lo tanto, con el mismo esquema nos encargaban los proyectos. El cuento debía incluir todos los temas que en ese momento estudiabamos: el Mio Cid, literatura, química, reciclaje, historia y muchas cosas más que ya no recuerdo. Suena increíblemente loco, ¿no es así? ¡Pues así era! Incluso me dieron el título que debía llevar el cuento “El día que mataron a Pet y sus hermanos”

Como podrán ver, no era nada sencillo poder hacer algo coherente, sin embargo el reto me motivaba mucho; entonces comencé a escribir, y escribir… me encantaba el cómo me estaba quedando, los recursos que manejaba, ¡todo!

Llegó el día de la entrega, a los profesores de cada asignatura se les debía entregar una copia: química, historia, español, etc. En la mayoría de las calificaciones me fue bien, tal vez no saqué 10 –era realmente difícil, al menos a mi parecer conseguir un 10 absoluto en esa escuela- pero estaba satisfecha. Llegó el turno de la revisión de Español, la profesora me llamó. Tenía 22/30… ajjajaja ahora que lo pienso creo que no fue tan mala nota, pero yo me sentí totalmente frustrada. Recuerdo sus palabras: “Silvia, esto no es un cuento, es el principio de una novela, pero no un cuento”.

¡Me causo un trauma total! Yo ya imaginaba el éxito de mi cuento vuelto película (jajaja como suelo normalmente imaginar muchas cosas).
Estaba consciente que Adriana Saenz –mi profesora, que además me caía muy bien y era excelente dando su clase- me decía la verdad, sabía que mi historia no tenia clímax, desenlace... : ¡no era un cuento: ¡tenía razón!

Desde entonces no he vuelto a intentar escribir otro cuento, pero tal vez ya sea tiempo, de que le de a ese género otra oportunidad.

sábado, julio 28, 2007

¿Por qué Vasconcelos?

¿Por qué Vasconcelos?

En primero de secundaria tuve que hacer una monografía sobre un personaje histórico, el que yo quisiera; elegí a José Vasconcelos.

¿Por qué? Ahora que lo pienso creo que fue una decisión arbitraria –como muchas de las que tomo-, pero hasta donde recuerdo, tengo muy presente que en sexto año, en el libro de historia de la SEP, al hablar del México post revolucionario y la reconstrucción del país, se mencionaba en alrededor de dos párrafos a José Vasconcelos y su labor como Secretario de Educación Publica así como el destacado papel que había jugado en la alfabetización de México.

Arbitrariamente o no, decidí investigar sobre Vasconcelos, y jamás tuve dudas o quise cambiar el tema de mi investigación; desde las primeras lecturas que hice sobre su vida, me pareció fascinante.

Era muy chica en ese entonces, tenía 11 o 12 años, y prácticamente toda mi monografía se baso en el libro de José Joaquín BlancoSe llamaba Vasconcelos. Una evocación crítica” Me parecía extraordinario todo lo que había hecho, soñaba incluso con ser su amante Antonieta Rivas Mercado. Quizás no comprendía del todo muchos temas que lo envolvían –el positivismo es un ejemplo-, pero con lo que entendía me basta para admirarlo.

Y mientras hacía toda esa investigación, decidí, y me propuse que alguna vez sería Secretaria de Educación Pública, que impulsaría una verdadera reforma educativa como lo había hecho Vasconcelos en los años 20. Creo que esa fue la primera gran meta que me fijé en la vida, y con la que además me sentía plenamente identificada.

La investigación terminó, hice un buen trabajo porque a la profesora le gustó mucho y yo me sentí más que satisfecha. Pero pasó el tiempo y seguía maravillada con José, leí entonces la primera de sus 4 grandes memorias “Ulises Criollo” ¡Maravillosa! Tenía 14 o 15 años cuando la leí, quizás ahora debería volver a hacerlo, seguramente entendería muchas cosas, pero en el momento en que lo hice, me desvelaba por terminar los capítulos, reía, me preocupaba, no quería parar. Recuerdo muy bien una parte de la novela donde Vasconcelos se enamora de una joven mesera que no era absolutamente “nadie” a su lado, él la quería tanto que estaba dispuesto a dejarlo todo en la vida por seguirla, y yo, cual novia celosa, me molestaba mucho cada que leía ¡me ponía de mal humor!

Estando igual en secundaria leí otra de sus grandes obras “La raza cósmica” y mi altar hacia Vasconcelos seguía edificándose.

En esa época abrí mi primera cuenta de correo electrónico, y utilicé ese apellido para hacerlo, ¡de verdad que me sentía como la nieta perdida del Maestro José”

Todavía en la preparatoria creía firmemente que algún día sería la Secretaria de Educación Publica; cuando por algo teníamos que presentarnos en alguna clase, yo siempre hablaba de Vasconcelos, ¡siempre! Tenía tantas ideas sobre reformas al Sistema Educativo Nacional, y más porque había estudiado en escuelas completamente distintas entre sí, publicas, privadas, gratuitas, muy costosas, había tenido profesores brillantes pero otros que no eran capaces ni de leer bien; sentía que podía resolver el gran problema de la educación en México.

En esos años, siempre que entraba a algún concurso y se necesitaba de un seudónimo, no dudaba en el mío: Vasconcelos.


Tiene 4 años que terminé la preparatoria, y durante esos 48 meses no había vuelto a pensar como tal en esa primera meta profesional que me fijé en la vida. Ahora me doy cuenta que, para llegar a ser un miembro del gabinete presidencial, debo estar inmersa en la política, y quiera aceptarlo o no, en redes de corrupción, porque sabemos que la política en México no se caracteriza precisamente porque el “mas brillante” esté en el poder, quizás sea el más hábil para relacionarse, para robar sin que lo descubran, y no digo que para eso no se necesite un grado de inteligencia, pero, las cosas son muy diferentes a como yo las veía a los 12 años.


Hoy en día tengo otras metas, veo las cosas muy distintas desde aquel 1º de secundaria, ya no admiro a José Vasconcelos, pero me sigue pareciendo un personaje excepcional de la historia mexicana.

En estos momentos que escribo sobre él, que recuerdo tantas cosas, anécdotas y sonrisas , la verdad es que ¡sí!, en el fondo de mi sigo teniendo los mismos sueños de inicios de mi adolescencia : me encantaría formar un Nuevo Ateneo de la Juventud, ser parte de esa nueva generación de jóvenes intelectuales del Siglo XXI, erradicar por completo el analfabetismo, tener certeza de que todos los niños y jóvenes de México estudian; y por supuesto ser Secretaria de Educación Publica, reformar mi Sistema Educativo Nacional y publicar mis memorias.

Me encanta escribir sobre este tema, aun sonrío si pienso en Vasconcelos, y si vuelvo a leer el párrafo anterior, esa imagen mía que tengo en una oficina dirigiendo proyectos educativos sigue siendo la misma de cuando era mucho más joven.

Aun creo que “nuestra mayor esperanza de salvación se encuentra en el hecho de que no somos una raza pura, sino un mestizaje, un puente de razas futuras, un agregado de razas en formación; agregado que puede crear una estirpe más poderosa que la que procede de un solo tronco”. <>

Estoy convencida que “por mi raza hablará mi espíritu

Hoy, domingo 29 de julio me doy cuenta que llevo una década a lado del Maestro José Vasconcelos, y estoy realmente feliz de conocerlo, de que haya estado junto a mi durante todos estos años, de que aún sea el motivo de esos primeros sueños que forman parte de mi, tengo tanto que agradecerle… no sé si alguien entienda la importancia que tiene este hombre en mi vida, pero el haber escrito esto y compartirlo con ustedes, me llena de felicidad.

Princesa de las muñecas

Adoro el término:
“Princesa de las muñecas”


Lo robé de una canción que escribió Andrea Echeverri a su hija, cuando ésta nació. La canción formó parte del Soundtrack de “La mujer de mi hermano” fue ahí donde la escuché y me encantó. Posiblemente no sea la gran canción, ni la mejor letra –de cualquier forma los invito a que la busquen-, pero simplemente me fascina eso de “Princesa de las muñecas”

Uno de mis tantos sueños es que así me digan jajajajajaj tal vez sea cursi, pero me gusta mucho, pero en vista de que nadie lo ha hecho ni lo hace, pues a veces ¡yo me autonombro!
Adoro ser Silvita, la "Princesa de las muñecas"

viernes, julio 27, 2007

Los bodegones


Odio los bodegones

No me importa que los pinte Cézanne, ¡son horrendos a mi parecer! Y aunque Paul para muchos sea considerado el padre del arte moderno, simplemente no me gustan ni sus bodegones, ni los que pinte nadie más.

Lo peor de todo es que hay uno en mi casa bastante grande, cubre buena parte de una pared que está en el comedor, tiene frutas, chiles, talavera, todo en tonos de amarillo… realmente no tengo interés en describirlo, pero mi familia creo que lo ama, incluso lo mandaron a hacer y debieron haber pagado una buena cantidad de dinero.

Pero por más que lo veo, por más que veo otros bodegones y trato de darles una oportunidad, no puedo ¡me parecen horrendos todos! Algunos un poco mejores que otros, pero feos a fin de cuentas.

jueves, julio 26, 2007

¡Cansada de la violencia contra las mujeres!




¡Cansada de la violencia contra las mujeres!


Hace unas semanas, en mi nick name de Messenger escribí “Cansada de la violencia contra las mujeres”. Y esto es totalmente cierto, ¡estoy verdaderamente cansada!

He sido víctima de ella, quizás no físicamente pero sí en otros aspectos, y muchas de las mujeres que conozco, lo han sido también.

Yo no soy feminista, ni pienso que las mujeres seamos superiores a los hombres, simplemente creo con firmeza en la equidad e igualdad, sin embargo estoy consciente que esos dos sustantivos pocas veces están presentes en nuestra vida cotidiana, y no me refiero específicamente al caso de las mujeres, sino a esa discriminación que impera alrededor del mundo. Pero bueno, no trato de analizar la desigualdad que hay en el mundo, la riqueza vs la pobreza, el deshielo de la Patagonia vs las emisiones de CO2.

¿Qué es lo que pretendo? Simplemente narrar en qué forma yo he sido víctima de esto. La verdad es que reconocerlo es difícil, el saber que eres parte de esa estadística que publica el Instituto Nacional de las Mujeres, o esos datos que salen en los comerciales.

He estado dentro de ese tipo de violencia que pretende manipular el quién somos. “No te pongas eso…¿así vas a salir a la calle? ¡Ni sueñes que así vas a salir vestida conmigo!”

Si bien que nunca dejé que cambiaran mi guardarropa de blusitas, y mi pantaloncito embarrado (perdón por escribir así, pero ¡es cierto!) por una blusa de cuello alto y falda larga, una que otra vez sí cedí en cambiar mi ropa con tal de no discutir; cuando no lo hacía, y por alguna circunstancia en la calle algún hombre me chiflaba o me decía algo, ahí estaba la voz de esos ex novios diciendo “¿ves? Te lo dije…pero insistes en vestirte así”

¿Comentarios? ¡Sumamente molesto!

Sobre todo esto de la ropa y el control que pretendían ejercer sobre mí, reconocí que era violencia una vez que esas relaciones terminaron; en el momento en que lo viví, simplemente pensaba “éste está loco, pero que ni crea que me voy a cambiar” pero nada más.


Cuando sí me sentí realmente agredida, fue una vez que me gritaron que un lugar público y mucha gente -amigos entre ellos- se dio cuenta. Lo peor de todo esto es que lo permití, y por lo tanto volví a pasar, según yo, solo pasó otra vez más, pero mis amigas me dicen, que fueron muchas otras veces –en las que posiblemente yo estaba cegada y me negué a aceptarlo borrándolo de mi mente, sin embargo, sí creo que haya pasado-.

En otro momento de mi vida –después de eso que acabo de contarles sobre los gritos- el que era mi novio quiso hacerme sentir como estúpida, como si fuera una pobre ignorante que no sabía nada en comparación con él. Tal vez él diga que no fue con esa intención, y puede ser, no lo sé… en estos momento ya no me interesa saberlo. Pero continuando con este caso, cuando me di cuenta de el cómo me trataba constantemente y lo enfrenté todo lo transformó de una forma en que resulté ser yo “quien tenía un problema de confianza en mi misma" o no recuerdo exactamente qué tontería me dijo en ese momento

Otra cosa que duele, igual que los gritos, el manipuleo, y el que la traten a uno como “estúpida” es el silencio, esas omisiones que los hombres escudan bajo pretextos absurdos.

¿Más comentarios? ¡Molesto! Pero a la vez agradecida de nunca haber estado enamorada de ellos, y de que ya no estén a mi lado.


Quizás los hombres que leen esto no lo comprenden del todo, pero, reconocer la violencia y contarlo –primeramente a mis amigas y madre, y luego publicarlo aquí- es realmente difícil, y vaya, no lo es porque quiera llorar en este momento, sino porque a mi parecer denota inseguridad, ignorancia, falta de autoestima hacia mi misma y me deprime el hecho de saberlo.

Está por demás decir que las mujeres no debemos permitirlo, eso lo sabemos, vaya si lo sabré yo que acabo de terminar mi carrera en Derecho, porque así como me siento en ocasiones miserable de haberlo permitido, me siento igual cuando se que le pasa a una de mis amigas, a familiares, a gente que quiero, y más duele el saber, que no hacen nada (que yo no hice nada cuando a mí me pasó).
Me parece muy acertada esa frase que perteneció a una fuerte campaña publicitaria:
"Si le pegan a una, nos pegan a todas”


Denme ahora sus comentarios, o simplemente reflexionen….

miércoles, julio 25, 2007

Mis lecturas y la vergüenza de mi madre


Muchos saben, que en algunos aspectos soy rara y sobre muchas de mis rarezas mi madre suele “avergonzarse de mí” y es muy divertido (más aún porque yo exagero todo)

Hace unos tres años, me empeñé en conseguir un libro de Guillermo Fadanelli “Lodo”, que estaba agotado al menos en la Ciudad de Puebla. Lo busqué como loca por todas partes, hasta que decidí pedirlo a Gandhi de México –aún no teníamos Gandhi en Puebla- pero, fue mi mamá quien tuvo que pagar, darme su tarjeta etc.

Durante todo ese proceso la molestaba todo el tiempo diciendo el nombre de mi libro y ella solo me decía “¿Agotado? ¡Claro que no está agotado! ¿Quién demonios puede comprar un libro que se llama barro o arcilla”

jajajajajaj era muy divertido.

Y fue más gracioso aún cuando me llegó el libro, vio la portada y por si fuera poco, yo todo el tiempo solo hablaba del protagonista “Benito Torrentera


Otra anécdota también muy divertida sucedió hace tiempo; pedí de regalo de Navidad algunos libros, así que le di a mi mamá una lista de aproximadamente 5 títulos, algunos de ellos, eran libros que siempre había querido leer y otros más recomendaciones de amigos que sé conocen de literatura.

Fue mi mamá a la librería a conseguirlos, pero no estaban todos, o no recuerdo exactamente qué fue lo que pasó en punto es que llegó a una nueva librería y pregunto por La máquina de Follar de Charles Bukowski. Y no es que mi mamá sea una mocha persignada o algo por el estilo, pero al igual que a mi, le encanta la exageración entonces regresó a mi casa supuestamente indignada por la vergüenza que le había hecho pasar al encargarle ese tipo de literatura “¡Cómo me encargas eso! Cuando le dije al joven de la librería lo que quería, me vio como diciendo “¿qué le pasa a esta señora?” “tú y tus literaturas que nadie conoce” "Además esa ¿portadita horrenda!"

Jajajaja fue lo máximo y claro que una vez que tuve el libro en mi poder me empeñaba en leerle algunos cuentos y narraciones en voz alta.

Tengo amigos que creen que “no respeto a mi mamá” al encargarle ese tipo de libros, y música “supuestamente rara” que a veces le encargo, pero con mis exageraciones y las de ella, todo se vuelve ¡realmente memorable!

martes, julio 24, 2007

Primera difícil elección


Hay tantas cosas que contar y compartir, y me resulta sumamente difícil saber cuál será la primera, pero ahora que reflexiono he decidido el tema.

Hoy me llegó un correo electrónico de una amiga con varias preguntas, y una de ellas decía: ¿De qué estas más agradecida en la vida? Ella me dio su respuesta antes de conocer la mía, y se refería a lo afortunada que era de contar con la vida que tenía y con su maravillosa familia.

Mi respuesta me vino rápido a la mente: mi mamá y mi abuelita.

Ellas son lo mejor que yo tengo en esta vida, han dado todo, absolutamente todo por mi, sé que darían sus vidas..., sin lugar a dudas yo daría la mía por ellas. La persona medianamente buena que creo soy, lo soy gracias a ellas, mujeres realmente excepcionales.

Mi caso “madre-hija”, aunque pueda sonar cursi, está lleno de amor, pero también creo firmemente que hay madres que no quieren a sus hijos, y no relaciono esto con el abandono, hay actos y omisiones que lo demuestran sin que quede duda alguna, o al menos es así como yo lo veo.

Es muy triste, pero podría decir -con toda certeza y de acuerdo a mis parámetros- que conozco 3 casos sobre este "no querer a los hijos por parte de sus madres" y son personas de una u otra forma cercanas o relacionadas conmigo; yo no soy absolutamente nadie para juzgar sobre estas actitudes –de hecho no soy quien para juzgar a alguien-, pero cuando lo analizo, me siento tan agradecida de contar con dos madres, las mejores que puede haber: ¡mi abuelita y mi mamá!




**Bienvenidos**

Siempre he querido ser escritora, es uno de mis tantos sueños; y es uno de los motivos por los que he decidido crear este blog.
Mi mamá siempre insiste en que debo comenzar a escribir una novela -sobre la familia, y ¡vaya que sí hay historias!- para que ella pueda leerla en vida. Y de hecho estoy convencida que un día lo haré, pero creo también aún me hacen falta muchas herramientas, experiencias y demás elementos para en verdad poder comenzar a escribir esa novela de calidad. (Independientemente de que esté interesada en escribir muchas cosas más)
Por ahora, lo único que he escrito -y a veces pienso no soy tan mala- es poesía, y hace un año gané una Mención Honorífica por un ensayo que escribe sobre "Los valores de la democracia" que publico el IFE en un libro. Y la verdad es que, si bien ahora que leo ese ensayo no me parece espectacular, la realidad es que, ya tengo una publicación a nivel federal, y la escribí cuando tenía 19 años -a veces, cuando me deprimo, trato de pensar en eso y muchas otras cosas que también he logrado-.
Eso, entre otras razones, me hace pensar que, no soy tan mala al escribir, a veces suelo leer algunos de mis poemas y pienso "Silvia, por favor, es ¡una cochinada!" pero otras más sí creo que tengo futuro. Es por eso que en este blog, no voy a publicar precisamente literatura, cuentos -a los que les tengo una aversión, ya les explicaré un día por qué- ensayos, etc. sino, "lo que quiera y tenga ganas de escribir" una forma de compartir lo que pienso, lo que soy y me rodea. Toda la vida he pensado que los temas a discutir y conversar son infinitos, y este blog será prueba de ello, al menos eso intentaré.
Finalmente, espero que disfruten todo lo que aquí publicaré, estaré siempre contenta de recibir sus comentarios y críticas.
Sean ¡bienvenidos a este blog!