jueves, abril 29, 2010

Andando en bicicleta

Acabo de regresar de andar en mi bicicleta en las calles de Vancouver; sí, ya tengo una bicicleta, casco, candado para la bici y....¡es todo!

(¿A poco no es motivador tener una bicicleta para poder ir ahí, a Stanley Park?)


Tenía años de no andar en bicicleta, y no exagero, al menos más de 5; nunca antes había tenido un casco y menos llevar mi bicicleta en las calles de Puebla o México. Si bien aquí me aterra un poco, la verdad es que es algo controlable y puedo manejarlo, cuando me da un poco de miedo, sencillamente me bajo de la bicicleta y camino, pero todavía no me acostumbro a ver pasar a los coches a un lado mio.Obviamente hoy que fue mi primer día en la calle, anduve sólo por mi colonia a las 1:30 de la tarde, y todo lo hice con precauciones extremas.

(Puente Burrard)

Mi afán de tener una bicicleta en Vancouver es no sólo sobreadaptación, sino...mmmm ajajjaja reconozco que es únicamente sobreadaptación, porque aquí muchísima gente tiene bicicletas, se traslada en ellas al trabajo, escuela, hay además educación vial al respeto, carriles exclusivos para bicicletas, casco obligatorio. Todo esto, independientemente de los parques y lugares a los que se puede ir, como he tratado de demostrarlo en las fotos.

En cuanto pueda, haré que Morgan me tome una foto en mi bici y con mi casco. 

lunes, abril 26, 2010

Sobre una mujer de Letonia



La semana pasada leí un libro precioso, sí, esa es la palabra. Hay libros interesantes, entretenidos, los hay con personajes excepcionales, hay otros que cuentan que cuentan con todas las características; pero si sólo debo utilizar una palabra para describir el libro que hoy regresé a la biblioteca, sería : ¡hermoso!

Este libro fue escrito por Agate Nesaule, originaria de Letonia y actualmente profesora emérita de la Universidad de Wisconsin. La historia es sobre Anna, una mujer que a sus cuarenta y tantos años, está cansada de las manipulaciones de su esposo Stanley y decide divorciarse y comenzar una nueva vida. Suena sencillo y bastante ordinario, pero Anna no es una mujer cualquiera, ella sabe lo que significa, guerra, hambre, migración, el que solo una persona le haya dicho que la ama y la acepte, y si bien es una mujer preparada académicamente, los obstáculos para salir adelante no se fundamentan precisamente en doctorados.
Pero la prosa de la historia es preciosa, la forma en la los hechos son narrados es maravillosa, y definitivamente "In love with Jerzy Kosinski" merece mil oportunidades.

Las dos cosas que necesito

No había escrito porque lo único que ocupa y cabeza y que necesito son dos cosas:

1. Encontrar en el correo mi tarjeta de residente permanente
2. Ir a México

Sé que todo esto sucederá en menos de dos semanas, pero ojalá pudieran comprender que lo necesitó ¡YA! Que he esperado por eso casi tres años y no me importa nada a estas alturas.

Por si fuera poco, el clima aquí sigue siendo un asco, y los libros que he obtenido han sido tan buenos que los termino rápido.

En fin, hoy no me llegó nada en el correo, lo que amplía las posibilidades de que reciba algo mañana

Mustios

Mi abue utiliza la frase de "gatito zonzo, brinco seguro" para referirse a todos esos que se ven buenos e inocentes, pero que a la mera hora sacan las "garras" ajjajaj. Mi abue solía utilizarlo principalmente con novios, de esos que ponen cara de "yo no rompo un plato" pero que en verdad son los peores.

Pues los gatitos zonzos no sólo son los novios, sino toda clase de personas que se hacen las angelicales y dan caras falsas e hipócritas y en realidad son todo lo contrario. 

Hay toda clase de ejemplos, como la típica compañera de clases que se hace la que no toma ni una gota de alcohol, y se escandaliza porque uno toma cerveza, pero a la mera hora termina perdidamente borracha y vomitando en las escaleras.

Recuerdo a compañeras que se escandalizaban porque yo me llevaba bien con los profesores y los saludaba de beso, casi casi me veían a mi y a mis amigas como unas ofrecidas golfillas de lo peor, pero ellas bien que eran en secreto las amantes y queridas (jajajaj queridas es el término utilizado por mi abue en lugar de amantes, y me encanta) de los profesores.

¿Por qué la gente tiene que dar dos caras? ¿Es esa de verdad la naturaleza del ser humano? No lo creo, porque conozco gente que no es así. Creo que es mejor el cinismo a la hipocresía.

lunes, abril 19, 2010

Apio y voz

No sé cual será mi primer recuerdo sobre una voz molesta, pero la más reciente, me resistí a contarla antes porque al principio me pareció algo racista de mi parte, hasta que asimilé, que se trataba de un caso de voz molesta, y nada tenía que ver la nacionalidad.

Compro las frutas y verduras en una tienda china, o al menos, los dueños y trabajadores son del sur de China. Hace algunos meses, me topé en la caja con una nueva trabajadora, que aunque te pide que te acerques a la caja diciendo por favor, realmente te lo está ordenando con muy mal modo. Esa primera  vez que fue mi cajera, se resistió a venderme sólo unos trozos de apio en lugar del apio completo, y cuando el dije que entonces no lo quería, comenzó a hablar en mandarín con la cajera experimentada,  finalmente optó por darme la razón en que sí estaba permitido lo que yo solicitaba; segundos después me ordenó por favor, que regresara los troncos del apio que no había comprado al estante donde se encontraban.

Desde esa primera vez, veo a esta fulanita al menos 3 veces al mes, escucho sus gritos con una voz molesta en mandarín; sin embargo, me he dado cuenta, que no me molesta que siga sin  querer venderme el apio como yo quiero, o el hecho e que sea China, no resisto sus gritos y tono de voz estilo Fran Drescher mientras me cobra las frutas y platica -grita-con otros clientes; está bien, reconozco que quizás influya un poco el que no entienda ni una palabra de sus conversaciones gritadas con otros clientes.

En fin, mientras trato de recordar otras experiencias con voces molestas, esto es lo que viene a mi mente por el momento.


viernes, abril 16, 2010

Ojos

De los 23 años que viví en México nunca me dio conjuntivitis; ha casi tres años de vivir en Canadá, me ha dado dos veces. Realmente no lo comprendo, ¿no es Canadá un país más limpio? ¿No hay acaso menos focos infecciosos? Aparentemente no, o de plano mi sistema inmunológico se ha debilitado por el frio.

(Obvio esa no soy yo, pero las fotos de conjuntivitis era un asquito, y mi infección no llegó a ponerse tan asquerosa)

Por suerte ponerme gotas en los ojos no me molesta en absoluto, pero me choca tener que usar lentes todo el día y no sólo por las noches cuando me quito los de contacto, así como no poder usar gafas ahora que finalmente ya sale el sol.

En fin, al menos me siento agradecida de tener la medicina, de contar con lentes de contacto y armazón, y saber que pronto, podré usar gafas cuando esté en México.

lunes, abril 12, 2010

Italia y números primos

Luego de terminar de conocer a todas las mujeres con las que estuvo Henry Chinasky, ahora leo la historia de Alice y Mattia, un libro escrito por el italiano Paolo Giornado.

Aparentemente el libro ha sido un fenómeno en Italia, y Giordano se ha convertido en el escritor más jóven en ganar el prestigiado Premio Estrega, que premia a lo mejor de la ficción en prosa italiana. Paolo tan solo es dos años mayor que yo, ¡nació en 1982! Cada vez me siento más presionada a escribir material de calidad y publicarlo, y no se si el hecho de vivir en Canadá vaya a facilitar o dificultar el hecho de que algún día sea escritora.

Sólo he leído dos capítulos y me han gustado mucho; al parecer el libro en general se centra en las historias de Alice y Mattia, ambos como los números primos, únicos, sólo divisibles entre sí mismos y la únidad, pero desde un punto de vista social;  eventos en su infancia los han marcado para siempre, pero eventualmente se van a encontrar, y se reconoceran como únicos e indivisibles y conocerán el amor. Lo interesante será si al final, el amor será suficiente para para que éstos números primos, dejen de serlo y se desarrollen en pareja.

Por el momento, me atrevo a decir que merece una oportunidad.


Galletas

Es muy molesto que en inglés, las galletas saladas y dulces tengan nombres distintos; aún cuando ya lo tengo muy claro, hay veces que lo olvido; cookies son galletas dulces, y crackers son galletas saladas.

Por mi parte, amo hacer galletas aunque comerlas realmente nunca ha sido mi pasión, hay excepciones, pero la realidad es que cambiaría cualquier tipo de galleta por una bolsa de papas fritas con salsa.

Comencé a hacer galletas, o más bien a ayudar a hornearlas cuando era chiquita y mi abue las hacía en Navidad; pasaron años sin que las hiciera, porque dado que no me gustan del todo, cuando decidía hornear optaba por las empanadas. Ahora, que tengo mi cocina, horno, moldes, me gusta hacerlas al menos cada dos meses, me motiva intentar nuevas recetas, y siempre tengo a Morgan para que se las coma todas.

Es más, acabo de decidir que en esta semana haré galletas.

jueves, abril 08, 2010

Dinosaurios en el album

Mi publicación caótica de todos los viernes he decidido cambiarla de día, ahora será publicada cada lunes. Ya sé que hoy es jueves, pero más vale tarde que nunca.

Ese dinosaurio es de Morgan y vive en el nuestro pequeño invernadero. El dinosaurio está con nosotros desde Navidad, fue uno de los regalos que Morgan recibió en diciembre, pero honestamente no sé quién se lo regaló.

En el pasado, mi primer acercamiento con los dinosaurios fue en la primaria, donde coleccioné un album, y hasta donde recuerdo lo completé, o al menos estuve muy cerca de lograrlo. Estoy segura que esto pasó cuando tenía menos de 10 años, y aunque previo al album, sabía  qué eran los dinosaurios, la verdad es que con ese album aprendí mucho. Sé que es una vergüenza que mis conocimientos sobre dinosaurios se basen en un album, cuyas fuentes desconozco, pero con el paso de los años, y cuando de pronto han salido "conversaciones de dinosaurios" de la nada, mis comentarios han sido correctos, y cuando identifico las especies en programas sobre naturaleza, estoy casi siempre en lo correcto.

En 1993, un día cualquiera  veía el noticiero local, cuando de pronto escuché decir al conductor,  que gracias a la sangre que los mosquitos habían obtenido de los dinosaurios, ahora era posible obtener el ADN de los mismos y así crear dinosaurios en pleno siglo XX. Sin duda, me distraje en la parte donde se explicaba que esto no era mas que la trama de la película basada en el libro de Michael Crichton. Minutos después mi mamá me sacó del error, pero yo seguía argumentando que sí era posible con el ADN encontrado; en verdad estaba convencida que era una noticia y no la trama de una película de ciencia ficción.

La película hasta la fecha me gusta mucho, y adoro la banda sonora que John Williams compuso; Jurassic Park hizo que por un tiempo quisera dedicarme a la genética.