Un fragmento de árbol es reflejo de mi alma, es el papel;
la tinta son las lágrimas que he acumulado y ya no caben más en mi corazón;
ese corazón delgado y vacío, se ha convertido en la pluma.
Pero todos esos materiales me han costado muy caro.
Mi esencia ha enfermado mortalmente, una pulmonía está a punto de quitarle la vida.
Ese fragmento de árbol era joven, pero nadie lo regó, ni se preocupó por él, lo abandonaron... quemaron el papel.
Las lágrimas acumuladas, tenían ya demasiada edad, se había secado y solo unas cuantas resbalaban con la pluma.
La pluma era ya tan delgada, que ni siquiera yo, que soy su dueña, podía sostenerla.
Pero a pesar de su enfermedad, la esencia busca la cura, y la encuentra, lo más triste es, que el medicamento ha caducado, y que independientemente de eso, se niega a rescatarla, a salvarla de la muerte.
Silvia Almanza Alonso
Abril 16, 2004.
4 comentarios:
Ke poema tan bueno, y parece ke ya tiene un buen rato ke lo escribiste. Me gustó muxo.
Hola
No que tiempo tenga que escribiste esto, pero me pareció muy triste y para el estado de ánimo en que me encuentro, estuve al borde del llanto, es lindo pero muy, muy triste y no me gusta que escribas cosas tan tristes, porque pienso que así te sientes, espero que como dijo la dama bizarra, ojalá y tenga mucho tiempo que lo escribiste, de cualquier forma me gustó y mucho TQM
Hola
Perdón, pero me acabo de dar cuenta que este poema lo escribiste en abril del 2004, ya decía yo, que no podías escribir algo tan triste, siendo ahora tan felíz jajajaja TQM
Es hermoso el poema.. triste y muy melancólico, pero a veces esta bien pasar por esos momentos de melancolía para escribir cosas tan sentidas...
Besos
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