Esta entrada será prueba de lo rara que soy, ya que me siento con remordimiento no por haber escrito en mi blog por 4 días –lo último que publiqué fue el viernes en la tarde-, pero es que he vivido bajo muy estrés y tensión, ambas cosas en gran medida infundadas.
No sé si esto que voy a contar es un defecto o virtud, quizás depende del extremo en el que se vea, a lo que me refiero a que suelo normalmente pensar en los demás, y ya después en mí. Hace muchos años ya, leí a Savater y su “Etica para Amador” y recuerdo perfecto esa lección de que uno, debe ponerse en el lugar de los demás, supongo que desde entonces, comencé a hacerlo porque creo firmemente –hasta la fecha- que el hacerlo, ayuda a respetar, a tolerar y sobre todo a comprender a los demás. Pero también es cierto que “ponerse en los zapatos del otro” no es dejar pasar por alto lo que uno siente, piensa y quiere.
A lo largo de muchos años, he dicho en distintas ocasiones: “ya estoy cansada de ponerme en el lugar de todo mundo y que la gente, ya no quiero que se ponga en mi lugar, sencillamente que me respete” Pero a pesar de todo, me sigo poniendo en el lugar de las personas y pocas veces recibo lo mismo, sin embargo, creo que estoy llevando esto al extremo, porque me estreso, y eincluso llego a sentirme mal como persona cuando tomo decisiones o pienso primero en mí que en los demás, siendo que, tengo todo el derecho y la libertad de hacerlo, y por si fuera poco, la verdad es que actuo de buena fe, pero creo que es una buene fe en extremo.
Creo que mi breve crisis por lo anterior está en proceso de superación, y he vuelto a mi blog que es de las cosas que más amo.
2 comentarios:
Hola
No se cual sea el motivo de tu estrés y enojo, pero si sé que eres buena y que obras de buena fé, me da gusto saber que todos los valores que aprendiste te han servido en tu vida para ser tolerante y que hayas aprendido a ponerte en EL LUGAR DE LA OTRA PERSONA, pero eso no quiere decir que no pienses en tí, y aunque te suene egoista, debes pensar siempre en tí, primero en tí y sobre todo en tí, y no permitas bajo ningún motivo que no se te respete, recuerda que el amor el cariño y el respeto son cosas que se GANAN, no te dejes nunca de nada ni de nadie y menos si no tienen la razón, tqm, además recuerda que siempre después la tormenta viene la calma y de despues de la oscuridad hay luz, y que todos tenemos días nublados pero algunos otros están llenos de luz y son de esos de los que tienes que alimentar tu alma. tqm
Hola Silvia, creo que te entiendo y esa postura habla muy bien de ti, sin embargo, todo tu buena fe se tira por la borda cuando esos actos de comprensión o entendimiento generan malestar, estres o culpabilidad. Ser tolerante no quiere decir hacer a un lado mis creencias y sueños por ponerme en los zapatos de otro simplemente es comprender que alguien más puede pensar o querer cosas distintas a mí sin que por eso tenga que querer o pensar las mismas cosas. Puedes ser tolerante o ponerte en los zapatos de una mujer que golpea a sus hijos y tal vez entenderla pero eso no significa que NO debas molestarte y querer golpearla en la misma medida e incluso meterla a la carcel y seguir comprendiendo que tal vez esa mujer sufrio lo mismo y repite patrones lo cual es comprensible pero su conducta sigue siendo reprobable. PONERTE EN LOS ZAPATOS DE OTRA PERSONA NO ES SINÓNIMO DE SOLAPAR. SALUDOS Y BESOS
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