viernes, julio 09, 2010

Confrontaciones

Cuando leí el libro de Abby Sher, hubo una "situación" que me gustó mucho y me sentí identificada.

Tanto Abby como su mamá siempre tuvieron una relación excelente, fueron en verdad mejores amigas; Abby tomaba muy en serio la opinión de su mamá prácticamente en todos los aspectos de su vida.  Había dos cosas que la mamá de Abby siempre quería: que su hija comiera más y que se pusiera rubor en las mejillas.

Pasan muchas cosas en el libro, pero al final, Abby se describe a sí misma, y dice que  no piensa usar rubor; lo importante es que  no se siente culpable, ya no siente que su decisión de ser pálida confronte  el amor incondicional que le tiene a su madre, aún cuando ésta, ya ha fallecido.

Yo no creo que mi caso de culpabilidad sea tan extremo como el de Abby y su mamá, pero hay muchas cosas que me fueron enseñadas por mi mamá y abue, y que cuando actúo por completo diferente, me confrontan un poco. 
Son cosas pequeñas, como por ejemplo, el hacerme una cola de caballo y dejarme dos mechoncitos de pelo en el rostro. Mi mamá nunca me dijo que eso estuviera mal, pero nunca le gustó y siempre me lo dijo, concretamente creo que le parecía vulgar y un poco corriente. Muchas veces quise tener esos pelitos en la cara y no me los dejé porque sabía que a mi mamá no le gustaban. Estoy segura que de habermelos dejado, absolutamente nada hubiese pasado, dos pelos en la cara no iban a hacer que mi mamá dejara de quererme.

Aquí en Vancouver, he hecho eso de los pelos en la cara unas dos o tres veces, y a mi sí me gusta, me gusta cómo se ve y me gusta cómo me veo, pero el decirlo, escribirlo, y sobre todo vivirlo, hace que sienta que de alguna forma confronto a mi mamá. 

Hay muchas cosas que pienso, digo y hago, que para nada van con los estándares con los que fui educada;  por ejemplo, en cuanto al aborto que es un tema de cierta trascendecia, la verdad es que desconozco la postura que tienen las dos mujeres que yo más quiero en la vida, pero si tengo una opinión  por completo distinta a la de mi mamá y de mi abue, no sentiría que estoy en su contra, o que las estoy atacando. Por ejemplo, ambas viven con la idea de que las esposas  deben atender al marido, y que de no ser así, el marido prácticamente está en su derecho de engañarte con otra mujer, yo estoy por completo en contra, ellas lo saben, y nadie se siente ofendido, insultado, o es merecedor de menos amor. Mi mamá tampoco comprende  que yo nunca haya planchado en Vancouver, y que siga sin hacerlo aún estando casada. En fin, son muchas las  ideas que ellas tienen sobre varios aspectos de la vida, con los cuales yo estoy por completo en contra, pero no me mortificar estarlo o manifestarlo mientras platicamos.

Vestirme de negro y usar botas cafes, puede parecer superficial y vano, pero fui enseñada  que esos colores no deben combinarse; viví prácticamente toda mi vida en Puebla, donde en general la gente es un asco y "como te ven te tratan". Sin duda la moda ha cambiado, o tal vez porque esto es Vancouver y la gente se viste una piltrafa todo el tiempo, pero el andar de negro con botas cafés en el otoño-invierno está de moda. 

Me he vestido así creo que dos veces, y cuando lo hago, pienso en que mi mamá estaría 100% en contra, y eso me mortifica (ajjajaja me choa esa palabra, pero queda perfecta en este párrafo). De hecho apenas estando en Puebla, si por algo mi mamá me decía ¿te vas a poner esos zapatos? o ¿así te vas a ir? realmente me hacía pensar dos veces las cosas o cambiarme.

Sin embargo, veo a Morgan lavando el baño, y no pienso para nada en mi mamá, mi abue o las tradiciones en Puebla.

¿Existirá alguna razón? ¿Estoy manipulando la información a mi convenciencia? Tal vez sólo quiero sentirme culpable por cosas pequeñas y no lo que en verdad importa.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Didi

Tu sabes que nunca tendriamos una confrontacion en ningun aspecto, porque tu sabes perfectamente que aunque yo no este de acuerdo en muchas cosas, tambien se, que vives en otro pais, otra cultura, piensas diferente, porque simplemente eres diferente y porque no tienes que seguir con standares de tu abue o mios, tu tienes el control de tu vida y de como vivirla, si lo haces bien que bueno y si te qeuivocas tambien que bueno de los errores tambien se aprende, ademas de que tu sabes que toda la vida hagas lo que hagas bueno o malo, cuentas y contaras con mi apoyo mientras yo viva incondicionalmente, y eso de los pelitos en la cara, de cuando te dije en Puebla asi, te vas a ir, solo era por bromear y por que como tu lo mencionas en Puebla la gente es un asco y en todo se fija, pero tu, tienes que ser como eres, no tienes porque cambiar en nada ni en ningun lugar, asi eres hermosa y asi te amo.

Blackest Pixie dijo...

A mi mama tampoco le gusta la combinacion! De hecho, nunca me ha dejado usar cafe, jajaja.

Mi relacion con mi mama es asi tambien... somos muy unidas, hablamos diario y casi todo lo hacemos igual, pero ahora en Vancouver he hecho cosas que ella jamas aprobaria (como usar botas de plastico con falda!). Y tampoco me dejo de querer :)

Anónimo dijo...

¡hola!

pues, yo no veo nada de malo en atender a tu marido, al contrario, está bien pues uno lo ama ¿no? y si amas a alguien procuras su bienestar, claro que también el puede y debe aayudar tampoco se trata de ponerse de alfombra.

en cuanto a la combinacion a mi me enseñaron lo mismo... :P

saludos..

ISABEL

Hermes dijo...

parte de la historia que te formo. no puedes escapar del acondicionamiento a temprana edad :__;

Nallely Ortigoza dijo...

Amigaaaa!!
Después de siglos te vuelvo a leer...
Mañana te mando un mail actualizador, pero por lo pronto, sólo diré que amo a tu mamá y abue y esas confrontaciones por cosas pequeñas siempre pasarán, así que no te mortifiques, jajaja tu palabra de anciana!

Te quiero muuuucho!

Cynthia dijo...

Hola Silvia:
Creo que es normal deslindarse de lo que aprendemos de niñas (no de todo, claro, pero sí de aquello que contradice nuestros propios valores adultos que nos vamos formando a partir de nuestra propia experiencia).
Nuestra madre es nuestra columna vertebral y nuestra primera referencia en todo, y aún así creo que es sano afirmar la propia personalidad y diferenciarse en ciertos aspectos de sus enseñanzas.
Por ejemplo, mi mamá era creyente. Yo soy atea; eso le costó mucho aceptarlo. A mi mamá le encantaba la opera y a mí nunca me ha gustado ( a Dom le encanta!), etc. Mi mamá se vestía siepre muy femenina, y a mi me importa mas sentirme comoda con la ropa que verme femenina... etc.

Creo también, que segun los valores que nos vamos creando, las cosas que vamos descubriendo, nos sentimos mas o menos a gusto en una cultura. A mi la cultura suiza me sienta muy bien, va conmigo, como creo que la cultura canadiense va contigo, con tus valores profundos.
Mientras escribo estas lineas, Dom esta pasando la aspiradora en el departamento. No me causa ningun conflicto. Somos un equipo y ambos participamos en el mantenimiento de nuestro hogar.

Y debo confesar que tampoco plancho!! :))