El primero: Pablo Neruda

El primer poema que me aprendí fue de Pablo Neruda: El Poema XV

Estaba en 2º de secundaria e independientemente del programa que llevábamos en la materia de español, teníamos un libro de poesía donde se explicaban los recursos estilísticos de este género: rima, comparación, alegoría, etc.

Se organizó ese mismo año escolar un concurso de “Oratoria y declamación”; en mi salón, estaba el mejor orador de toda la escuela, incluso había estado en concursos regionales y creo que hasta nacionales, cómo olvidarlo: “Mi nombre, es José Fernando Tirado Becerril…por eso yo los exhorto” siempre comenzaba y finalizaba de esa forma sus discursos, era todo un icono de la escuela, lo que aquí narre –créanme- es poco. Cada que yo lo escuchaba y veía actuar pensaba “Dios Mío, si esto es oratoria, gracias, yo voy a participar en declamación, eso sí es lo mejor”

Y así fue, me inscribí en el concurso… ¿Qué poema iba a elegir? Realmente no sabía mucho de poesía mas que lo que estudiaba en ese libro; durante ese curso leí desde Luis de Góngora y Argote “Mientras por competir por tu cabello, oro bruñido al sol relumbra en vano “ (jajajajaj supongo que esa frase me marcó porque la recuerdo perfectamente) hasta la amistad y las rosas blancas de José Martí.


Opté entonces por Pablo Neruda y el Poema XV, ¡me encantaba! Pero debíamos tener preparados dos poemas, así que el otro que elegí fue de García Lorca “El romance sonámbulo” (hasta la fecha mi madre siempre me dice: "¿Qué demonios es eso de “verde que te quiero verde”? Debe ser algo relacionado con la marihuana" jajajajjaaj todo con el afán de que me moleste)


Ya cerca de la fecha del concurso, la profesora evaluaría cuál de los dos poemas declamábamos mejor –a su parecer-, así que me quedé con la mujer callada e hice a un lado a los dos compadres.

Llegó la fecha, y no estaba ni nerviosa ni preocupada, pero para ser honestos, no lo recuerdo, mi argumento para afirmar lo anterior es ese, que de haber estado muy nerviosa o temerosa lo recordaría, -porque sí tengo muy buena memoria.
Lo que tengo perfectamente claro es que José Fernando Tirado Becerril exhortó varias veces al público a infinidad de cosas y que cada vez que lo escuchaba, pensaba: ¿Por qué demonios lo aman si es tan exagerado?

Fue mi turno…, declamé esos versos de Neruda que aún me maravillan, y me pareció no haberlo hecho nada mal, al menos no había olvidado el poema; tengo también recuerdos sobre otros concursantes, una compañera declamó “Los Amorosos “ de Sabines y alguien más recitó esa magnífica táctica y estrategia de Benedetti

¿Qué si gané el concurso? ¡Así fue! Pero lo que debe rescatarse de todo esto, es que de ahí, viene mi verdadero amor a la poesía, en ese concurso escuché por primera vez "Jaime Sabines" "Mario Benedetti" y así, poco a poco, a lo largo de los años he ido descubriendo grandes poetas.

No tengo un favorito, hay muchos que son extraordinarios, y que aún sigo descubriendo, pero el primer poeta en mi vida, siempre será Neruda.