martes, agosto 07, 2007

No todas las opiniones son respetables



A lo largo de mi vida, he dejado que comentarios de gente que no vale la pena, de una u otra forma me afecten, pero finalmente (¡ya era tiempo!) estoy aprendiendo a ignorarlos.

Quizás se escuchó muy feo eso de “gente que no vale la pena”, más bien, opiniones que no valen la pena sea lo correcto.

En la preparatoria leí un artículo de Fernando Savater que me impresionó mucho; entre otras cosas, explicaba que era una reverenda estupidez asegurar que “todas las opiniones son igualmente respetables” Ponía el ejemplo de un hombre que decía que 2+2=5… esa opinión no es en absoluto respetable, pero no por eso, podemos torturar o ejercer algún tipo de maltrato a quien lo asegura, cuando mucho, no podremos recomendarlo para una cátedra de matemáticas, ¡pero es todo! Lo que en dado caso es respetable –afirma Savater-son las personas, más no sus opiniones.

Cuando leí eso, sentí como un rayo de iluminación penetraba a mi cerebro, tal vez porque era mucho más joven, no lo sé, pero hasta la fecha es algo que creo firmemente.


De pronto escucho opiniones, comentarios tanto dirigidos a mi, como a temas generales, y en otro momento de mi vida hubiese dado mucha importancia y pensado "¡Cómo demonios dice eso!" Ahora, ya no me sorprendo. Y eso también fue gracias a un libro que leí de Alain de Botton "Las consolaciones de la filosofía"; en su capítulo IV habla sobre la ineptitud, y explica que, uno no debe sorprenderse o molestarse cuando gente poco inteligente exprese ideas igualmente bajo esa característica, debemos sorprendernos cuando suceda todo lo contrario... mientras tanto, no hay que darle importancia a esos comentarios.

Ahora, cuando escucho esas opiniones y comentarios, ya ni siquiera trato de arremeter en su contra, me doy cuenta después de 22 años ¡que no vale la pena!

Nota: De cualquier forma, creo que sin Savater y sin Botton, a estas alturas de mi vida hubiese sido muy tonto de mi parte actuar de forma contraria.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Uff, pues tal vez sea por que me agarras en un momento de intolerancia, pero pienso que me costaría mucho trabajo respetar a alguien cuya opinión no respeto... Tal vez lograra "tolerar" a la persona, pero no creo que pudiera tenerle mucho respeto. Por ejemplo, podría TOLERAR la presencia de alguien que nunca andaría con mi amigo Thayer por su color de piel por que así se lo inculcaron en su familia, pero ciertamente no lograría tenerle mucho respeto a su opinión... ni a ella misma! Dennice.

Anónimo dijo...

Lo que escribes me hace pensar en una de mis canciones preferidas de The Smiths (letra de Morrissey, claro)que dice: "... in my life, why do I spend my valuable time in people who don't care if I live or die". Cuánta razón tienes acerca de la inutilidad de indignarse con opiniones que no valen la pena.

Por cierto, soy Cynthia, amiga de Dennice y compañera de estudios, también mexicana en exilio en Ginebra. Dennice me ha hablado de ti con gran afecto y me enseñó tu blog, del que ya he leído varios textos que he disfrutado mucho.
Y qué grata sorpresa saber que te gusta Alain de Botton. Mi otro libro favorito de él es "The art of travel", lo has leído? Me encantó; es, además de inteligente, muy evocador.
Saludos y felicitaciones por la calidad de tus textos y la agudeza de tus reflxiones.

Silvia A. A. Vasconcelos dijo...

Gracias Cynthia por comentar en el blog!! Me da mucho gusto que alguien como tu de tome tiempo en leer estas historias. Dennice también me ha hablado mucho de ti!

Gracias, y espero que sigas leyendo y dándome tus comentarios. Saludos desde México