lunes, diciembre 14, 2009

Sin alcohol


Desde el lunes 12 de octubre no he vuelto a tomar alcohol. Tomé ese día unas dos o quizás tres copas de vino con Morgan y nuestro amigo Rodney porque fue el Día de Acción de Gracias en Canadá. El martes 14 de octubre fue cuando me lastimé la espalda, y desde entonces tomo ya sea una u otra medicina que está contraindicada con la ingesta de alcohol.

Es cierto que nunca he tomado mucho, pueden pasar meses sin que lo haga, pero también puede haber semanas que ingiera 3 días alcohol. Quisiera decir que no lo extraño, ajjajaja pero sería una mentira; llevo meses queriendo un mojito, vodka, vino...

Ahora la otra semana en Navidad -mismo día que mi cumpleaños-tendré que resignare con una Coca y me resisto a imaginarlo.

A pocos días de cumplir 25, aún puedo afirmar que nunca he estado borracha -si no conocen mis argumentos puede leerlos en ese link-.

3 comentarios:

Ricardo Otero dijo...

Jajajajaja. Mi primera borrachera fue hasta los 24. Puedo presumir al igual que tú que nunca he vomitado ni llegado a tener lagunas mentales. Es una gran paz de conciencia.

Nallely Ortigoza dijo...

Jajaja también tuve mi primera borrachera a los 24 y si vomité y tengo lagunas, jajaja pero no vivo intranquila, jajaja

Aún sigues tomando medicinas?? y hasta cuándo??

ya casi cumples 25!! qué emoción!!
Te quiero muchísimo!!

Sil dijo...

Yo soy la persona más aburrida porque no tomo nunca alcohol, en verano por ahí cerveza bien helada si tengo calor. Resulta que le tomé idea cuando a los 7 años me emborraché, siiiii, jaja no te horrorices. Fue una travesura con mi hermana, hora de la siesta, mis padres dormían, queríamos jugar "a las visitas", sacamos la primera botella que vimos de cognac y empezó el juego. Parece que la que más se divirtió fui yo. El tema es que empecé a ver nublado el horizonte, se despertó mi mamá, me olió, se horrorizó, y sé que me quedé dormida por unas cuantas horas. Después de eso nunca más pude oler alcohol ni el que es desinfectante. Con los años me quedó el asco y parece que me quedó muy grabado porque soy lo que se diría casi una abstemia total. No me gusta. A veces en reuniones me ofrecen vino, algunos blancos me parecen ricos, más si tengo sed. El tema es que tomo medio vaso y ya me siento mareada.Conclusión no tomo nunca. Pero ojo, si tengo mucha sed, no me doy cuenta,me ofrecen y me tomo un vaso grande de cerveza: soy la persona más graciosa que podés tener al lado.No para bailar sobre la mesa, pero casi, jajaj.