jueves, junio 25, 2009

Espiando

(Estatua creo que en Bélgica que ejemplifica el juego "burro castigado" sobre el que hago mención en esta entrada)

Amo espiar ¡Sí, ya sé que es malo! Y como consecuencia de mi maldad, fui castigada con años de trauma gracias a ser una chismosa y espiar a la gente por la ventana.

Todo acontenció cuando era un niña como de mmm, digamos unos 7 años. Eran más o menos las 6 de la tarde, y mi abue me había dicho que ya no saliera a jugar porque comenzaba a oscurecer. Obedecí. Pero mis vecinos de arriba -Jorge e Ivan, quienes eran hermanos- estaban jugando en el patio a esas horas. Yo los observaba como vil tonta desde la ventana de mi casa ajjaja.

Decidieron entonces jugar "burro castigado", y justo cuando Jorge se apoyó en la espalda de su hermano para saltar -ver foto ahora- uno de sus brazos se quebró por completo mediante una fractura expuesta. Comenzó a gritar, berrear y correr con el brazo ahí colgándole, se podía ver el hueso, y yo toda traumada viendo la escena desde la ventana, supongo que me quedé en shock

Pasaron años para que volviera a espiar, pero creo que lo he superado (mmm jajaja realmente no, ahora que lo cuento parece que lo vivo otra vez).


Nota: El vecino, Jorgito se recuperó luego de dos cirugías con clavos y no se qué cosas tan horrendas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero si burro castigado es de lo mas inofensivo!!! Seguro Jorgito tenia una escacez de calcio en los huesos o algo asi... lamemoslo osteoporosis temprana, jeje! TQM D.

Dama Bizarra dijo...

jajajaja! ke historia más traumática y ke terrible lección =P