Dim sum

El domingo fui con Morgan y nuestro amigo Rodney a "dim sum". Desde el momento en que accedí a ir a este bufet del sur de China supe que, los platillos posiblemente lucirían poco apetecibles pero que tendría que probarlos porque ya me había empeñado en ir a este lugar.

Fuimos con Rodney por varias razones: es amigo de Morgan y excelente hombre, su familia es de China aunque el ya nació aquí, habla cantonés y sabe donde son los mejores lugares para hacer cualquier tipo de actividad asiática y en general ajaja porque nos cae muy bien y es muy bueno.

Desde que llegamos al restaurant me aterré porque nadie hablaba inglés, ajajja bueno, yo creo que todos sabían inglés pero nadie lo hablaba en ese lugar; Rodney se encargó de tener un número para esperar por nuestra mesa y de toda actividad hablada ajajajja

Ya en la mesa me seguí aterrando más porque no comprendí nada de lo que sucedia, además que que todo el ruido que se escuchaba era de conversaciones en catonés, y platillos que nunca en mi vida había visto (Morgan era el único blanco en el restauran y yo la única latina ajjaja al cabo de unos minutos, otras personas de raza blanca llegaron, pero no eran en total más de 8)

Rodney comenzó a ordenar la comida, ¿de qué forma? Cada 10 segundos pasaban alrededor de nuestra mesa personas con carritos que llevaban esas canastitas de bambú que pueden verse en la foto, luego de intercambiar palabras desconocidas para mi, la mesera puso 3 o 4 canastas en la mesa. Esas canastas de bambú tienes hoyos en su base, y dentro de la cocina se colocan todas apiladas sobre agua hivierdo, y es el vapor lo que cuece todos los alimentos.

Eso que se ve ahí con los palillos son mmmm ajajja no sé el nombre verdadero, y de saberlo no podría pronunciarlo, pero es pasta de arroz rellena de camarones.

En fin, cada que se despataban las canastitas, me tuve que dar valor a mi misma para probar las cosas, y sorprendentemente no fueron malas ajjajaja. Todo esto se toma con té, en unas mini tacitas preciosas, y las canastitas que se ponen al centro de la mesa son para compartir, porque todas tienen pequeños bocadillitos, pastas, o lo que sea que se haya pedido.

Ya había estado en restaurantes de comida china verdadera, precisamente con Morgan y Rodney -en el barrio chino de Vancouver- porque éste es el que siempre nos dice a qué lugares ir y qué ordenar, ajaja y cuando vamos con él habla en cantonés y obtenemos mejor servicio además de explicación en inglés gratuita de todo lo que está en el menú ajjaja.

Así que, es una realidad que los platillos se ven poco apetecibles, pero también es cierto que el dim sum merece una oportunidad y de hecho ¡es bueno!