viernes, enero 29, 2010

Pronto, mi propia versión


En todas partes de la ciudad, pero sobre todo Downtown (el centro), cosas olímpicas es lo único que puede verse. Los camiones del transporte público despliegan mesasjes como: "Welcome world" o "Go, Canada, go". Hay cámaras en todas partes, ropa olímpica, anuncios casi casi en los baños sobre los patrocinadores, etc.

Mi servicio social está a unas dos o tres calles de los estadios más importantes donde se llevarán a cabo las ceremonias de inauguración y clausura, y de eventos como hockey, patinaje artístico, y demás. He decidido comenzando la próxima semana tomar fotos de todos lo que pueda y ponerlas aquí con diversas historias o notas (me disculpo con Ricardo, porque no serán de una gran calidad, pero haré mi mejor esfuerzo). Más que contar o fotografiar lo que se estará televisando, trataré de hacer algo diferente ¿qué cosa? ajajja concretamente no lo sé, pero espero hacerlo entretenido, divertido y sobre todo, real.


Días

Según yo, nunca canté ninguna canción para aprenderme los días de la semana; aquí es muy popular este tonito. (Sólo recomiendo que lo vean si tienen paciencia, y no porque sea largo, sino porque reconozco que la voz de la mujer puede resultar molesta)





Por lo que a mi respecta, mis días preferidos son jueves y sábados, y las razones son puramente arbitrarias. Jamás he tenido miedo de los martes 13, o viernes 13, y en primero de secundaria aprendí que no debo escribir días de la semana, ni meses con mayúsculas.

Personalmente, me he dado por vencida en la enseñanza de los días de la semana a Morgan, quién a lo mucho debe saber sólo tres.

Nota: De chiquita, apenas me daba cuenta que comenzaba "Siempre en Domingo" con Raúl Velasco, asimilaba que muy pronto me tendría que levantar temprano para ir a la escuela, misma que en general siempre me ha gusto, así que realmente no sé porqué me quejaba.

lunes, enero 25, 2010

Ganadora


Ayer quise abrir una cuenta en Twitter con el único afán de "decirle al mundo" ajajjaja que me gané un premio en el supermercado.

Por cualquier compra que se haga en Safeway, uno recibe un ticketcito y con ello, la posibilidad de ganar premios que van desde diamantes, viajes la República Dominicana o aspiradores.

¿Qué fue lo que gané? Un juego de cocina valuado según Safeway en unos $600 dólares; concretamente un "Lagostina 11 pieces cookware set", mismo que aún no tengo en mi poder, pero apenas la tienda reciba el premio, me llamarán por teléfono.

Morgan y yo nos fascinamos porque nunca habíamos ganado algo valuado en ese precio, y porque Morgan es de los que cree que nadie gana de verdad en ese tipo de juegos. Las posibilidades de ganar el mentado cookware set, son 1 en 69 562.

Lo que compramos ayer por la noche y nos hizo ganadores fue medicina para Morgan quien ahora está enfermo -jajaja Morgan quiso que incluyera esta parte-.


Nota: ¡Ya me acordé que los juegos de cacerolas y sartenes se llaman baterías!

viernes, enero 22, 2010

Diez años depués



Hace más de 10 años, mi amigo Patricio me prestó un disco de duetos de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong: ¡me encantó!

El viernes pasado conseguí ese mismo disco en la biblioteca -sí, porque recuerdo perfectamente la portada- y me sigue pareciendo maravilloso.

¡Adoro esta canción y al no tener aquí a mi mamá, obligo a Morgan a hacer la parte de Louise!

Triste...pero de los casos más felices

El miércoles pasado pude hablar mucho español y ser de gran ayuda en mi servicio social de inmunización para bebés. Una de muchacha de Guadalajara llevó a vacunar a su hijito de dos meses, la pobre casi no hablaba inglés, y ninguna de las enfermeras sabía español; yo fui la traductora.

Aprendí mucho sobre técnicas para amamantar a los bebés, cosas que nunca se me hubiesen ocurrido. La muchacha de 26 años sólo llevaba en Vancouver 6 meses, no tenía amigos ni conocidos, y su inglés era de un nivel muy bajo; a pensar de lo anterior, si bien la mujer no se veía radiante de felicidad, tampoco la percibí triste o deprimida; sin duda su hijito era su motivación y la verdad es que desconozco bajo que condiciones dejó México.

Debe ser horrible tener dudas sobre tu bebé, y no tener a tu mamá, tías, amigas, o libros y revistas en español que puedan ayudarte.

Aunque a mi en general me parece un poco triste, creo que este ha sido de los casos más felices que he conocido haciendo mi servicio social con bebés, en lo referente a familias latinoamericanas.

Tarjetas de presentación


Junto a mi tengo 9 tarjetas de presentación, y creo que la mejor de todas es la de mi acupunturista; tiene un excelente diseño, no es blanca y toda la información resulta clara.

Jamás he ambicionado con tener un trabajo y así conseguir tarjetas de presentación, pero recuerdo que cuando supe que en Publisher de podían diseñar, me hice a mi misma al menos unos 5 modelos que nunca imprimí. Como ha quedado claro, tengo muy poca capacidad creativa, así que mis prototipos de tarjetas de aquella época eran realmente formatos pre-diseñados y sólo me aventuré a cambiar algunos colores.

Admiro a los diseñadores gráficos o a personas con talento para diseñar este tipo de objetos de presentación, basta con buscar en Internet "tarjetas de presentación" y se encuentra uno con miles de ejemplos, tanto originales -cosas que en verdad jamas se me hubiesen ocurrido-como cosas nefastas.

Si alguien quiere hacerme una tarjeta de presentación con en nombre de mi blog, y demás, me encantaría recibirla; ya saben cómo contactarme.

viernes, enero 15, 2010

Basura siglo XXI


Hay en la ciudad de Vancouver algo que me maravilló relacionado basura: BigBelly Solar.

Concretamente son botes de basura que funcionan 100% gracias a energía solar, compactan hasta 200 galones de basura, y cuando estan llenos mandan un mensaje electrónico al departamento de basura de la ciudad en la que esten, evitando que personal revise los botes de basura todos los días, o que los camiones de basura hagan viajes innecesarios para la recolección; hay un ahorro de energía en cada uno de los aspectos que quiera contemplarse.

¿Apoco no es lo máximo?

Mi pequeña experiencia con la talavera


Sobre la talavera, hay infinidad de cosas que decir: historia, características, precios, etc. pero he decidido en esta publicación contar el cómo mi famila en Puebla comenzó a comprar talavera.

Todo fue gracias al gran descubrimiento que hicimos una vez rumbo a Santa Ana de Chiautempan, en el estado de Tlaxcala. Cuando uno toma la carretera libre para llegar de Puebla a Santa Ana, la verdad es que no hay mucho que ver, independientemente de que la tonta carretera está llena de topes y en general es mala. En uno de esos viajes un día nos topamos con una casa-local que en toda la parte de afuera tenía cientos y cientos de cosas de talavera, ¡no exagero!

Nos bajamos todos del coche, y fue así como conocimos al Sr. Medina, no sólo dueño de los talleres de talavera, sino además artista y todo un personaje que en ese entonces tenía una melena tipo el Buki ajajjaja.

Así comenzó la adicción de mi familia por la talavera, y duró mucho tiempo; no había año que no visitaramos la mentado Medina para comprar talavera ya fuese para regalos de boda, regalos de Navidad, cosas para la casa, pinturas hechas por el Sr. -de hecho es un buen artista-y cuanta cosa pueda imaginarse.

Por mi parte yo odiaba ir a la tienda y siempre que podía lo evitaba...¡ahora no veo la hora de poder ir y comprar cosas para mi casa en Vancouver, cosas que serán consideradas lo más "cool" del mundo por ser procendetes de un país con cultura ajajajajja.

(Sobre la imagen, es uno de mis sueños es tener una casa con la fachada justo como edificio de correos en la ciudad de Puebla, estilo que se conoce como petatillo con mosaicos de talavera)

lunes, enero 11, 2010

Olive Kitteridge


Ya que estoy en espera de leer los otros dos libros de la trilogía Millennium por Stieg Larsson, compré el libro que tenía pensado adquirir el pasado diciembre. Se llama Olive Kitteridge, escrito por Elizabeth Strout y ganador del Premio Pulitzer 2009 en la categoría de Ficción.

¡Qué buen libro! Olive Kitteridge es una maestra de matemáticas en un pueblo llamado Crosby, en el estado de Main. El libro está formado por 13 historias cortas, donde bien Olive puede ser la protagonistas a los 50 años, o a las 72 o sólo es mencionada por otros personajes del libro, algunos ex estudiantes de su clase, amigos o personas que sencillamente viven en Crosby.

La narrativa fluye de manera extraodinaria, y las 13 pequeñas historias nos hacen reflexionar sobre diversos aspectos que van desde la anorexica, infidelidad, amor, rencor y todo mediante el personaje de Olive que en ocasiones no toleraba, pero que otras comprendía y me identificaba. Ahora que escribo, creo que es la primera vez que algo así me sucede con un personaje de libro; normalmente o amo a algún personaje o me choca, difícilmente alguien me agrada en un capítulo y luego lo odio o viceversa. Con Olive fue distinto, quizás porque la autora la refleja justo como lo que es, una mujer caracter fuerte, que dice lo que piensa y que no se disculpa, que ama a su familia y que se preocupa por los demás ayudándolos como ella juzga conveniente ... no lo sé, es un gran personaje y el libro merece 100 mil oportunidades.

Empate

Como hubo un empate en la encuesta semanal, dichas opciones volverán a ser consideradas así como otras dos; pensé que ganarían campos semánticos, pero ya veremos qué pasa este viernes.

jueves, enero 07, 2010

Comonfort en la pecera


Desde el domingo hay una mascota en la casa.

Como regalo de Navidad, mi suegra le regaló a Morgan una de esas mini peceritas para peces betta, y el domingo finalmente Morgan instaló las piedritas, liquidos para el agua y compró su pez.

Morgan le puso Comonfort, sí como Ignacio Comonfort, personaje que descubrió mientras leía dos libros de historia de México que yo le regalé en su cumpleaños; obviamente Comonfort le cayó bien y que no entiende por qué no es popular en México.

Así que todos los días, el mentado Comonfort es alimentado por Morgan, y este fin de semana cambiará el agua de la pecera.

Esta es la tercera ocasión que hay una mascota en mi casa -dos veces lo viví en México con Gymbo, un boxer y Gromit un Basset Hound- que no es mía y sobre la cual me deslindo en absoluto.

martes, enero 05, 2010

Comida en mi cumpleaños

(Empress Hotel, Downtown Victoria)

Por primera vez desde que tengo memoria, salí a hacer una comida fuera de mi casa el día de mi cumpleaños. Creo que fue el mejor lunch en el lugar más precioso que he estado en mi vida.

Ya le había pedido a Morgan que el día de mi cumpleaños -25 de diciembre- pasaramos un rato sólos, realmente lo único que quería era tomar un café con él, y lugo, volver con la familia para realizar otras actividades navideñas; como todos saben, no hay gran cosa que hacer ese día.

A las 12, ya que estábamos vestidos presentables, me dijo Morgan que me llevaría a comer lunch fuera; nos despedimos de todos y nos fuimos.

(Afternoon tea en el Empress Hotel)

Llegamos entonces el Empress Hotel en Downtown Victoria. Este hotel se inauguró en 1908, y es sin duda el mejor lugar para tomar té estilo londinense en Canadá, independientemente de ser toda una leyenda en cuanto a su arquitectura, visitantes y demás. Entramos finalmente al tea room, y luego de unos 3 minutos nos sentamos en una mesa preciosa como las de la foto. A la entrada del salón, había un pianista tocando villancicos, mismos que eran cantados por un coro, todos vestidos con ropa estilo medieval.

Yo tenía fascinación total, porque una de mis grandes sobreadaptaciones aquí en Canadá ha sido el té. Todo el lugar es como de película, las fotos realmente lo dicen todo.

No hay menú en el tea room, lo único que se puede elegir es el tipo de te, fuera de eso se sirve un menú estándar que pueden consultar aquí, dando clic en el link menú. ¡Exquisito!

¡Gracias a mi Muñequito no solo por haberme llevado al comer fuera el día de mi cumpleaños, sino por haber llegado a un lugar como de película!

Nota: Después de esta salida en mi tercera Navidad en Canadá, puedo seguir comiendo lo mismo en el día de mi cumpleaños como lo hice 23 años en México y 2 en Canadá, pero quiero dejar en claro que el menú mexicano rebasa por completo la comida navideña canadiense.

lunes, enero 04, 2010

Mi adicción a un best seller


"....Mario Vargas Llosa, quien hace unos días escribió en El País: “…es posible que una novela sea formalmente imperfecta, y, al mismo tiempo, excepcional (...) sólo deploro que su autor, ese infortunado escribidor sueco, Stieg Larsson, se muriera antes de saber la fantástica hazaña narrativa que había realizado”. Desde donde se encuentre, Larsson debe de estar muy satisfecho.

El Universal



Por primera vez en mi vida me he vuelto seguidora de un best seller, y creo que me avergüenza confesarlo ajjajajajaj.

Mi suegro y su esposa me regalaron un libro en español por el día de mi cumpleaños: "Los hombres que no amaban a las mujeres" escrito por el sueco Stieg Larsson. Leí la contra portada y me di cuenta que era un libro que yo dificilmente compraría estando en México, y más porque era evidente que, en pesos mexicanos, costaba al menos unos $250.

Al regresar a Vancouver, luego de la Navidad, terminé mi otro libro "The heart is a lonely hunter" de Carson McCullers, mismo que amé y cerró con broche de oro mis lecturas del 2009.

Tenía mucho de no leer un libro en español, así que comencé inmediatamente la lectura de esta novela sueca. En los primeros capítulos confirmé que no era el tipo de literatura que yo siguiera, pero me ignoré a mi misma y seguí leyendo hasta que poco a poco me volví una adicta (he tenido peores adicciones a otros libros, pero reconozco que en esta vez tampoco tuve mucho control sobre mis actos gracias al libro).

Aprendí que este libro que tengo es el primero de una trilogía conocida con el nombre de "Millennium", que Larsson murió sin haber visto publicados sus tres libros, y que la trilogía es todo un fenómeno en Suecia, y parte importante de Europa, entre muchos otros detalles.

Sí, es un best seller, sí hay un asesino que tiene que ser descubierto, conspiraciones, etc; descubrir a este asesisno no es como descubrir al asesino de Maese Donoso "Me llamo Rojo" de Orhan Pamuk, y comparar estas obras está completamente fuera de contexto.

A mis 25 años, por primera vez soy seguidora de un best seller, y para justificarme, argumento que este libro aún no ha sido considerado best seller en el país donde nací y en el que ahora vivo.
(Y si llega a serlo, me justificaré diciendo que yo lo leí antes de que la traducción en inglés del libro número 3 estuviese lista).

¡Me resisto a aceptar que me gusta un best seller!

Nota: Mañana iré a conseguir el libro 2, lo más probable es que lo termine leyendo en inglés. También indagaré donde puedo conseguir la película para verla cuanto antes. ¡¡¡Ahhhh!!! Acabo de leer esto y sigo indagando más, ahora mi último párrafo carece de sentido.

Vestido y primera fiesta canadiense


Me imagino que como toda mujer, muchas veces entro a tiendas sólo a ver la ropa. Hay tiendas que me gustan más que otras, y si hay algo que me gusta ver son los vestidos para fiesta, siempre me pregunto ¿por qué no soy invitada a ninguna clase de evento donde pueda ponerme un vestido así?

Mi trauma con los vestidos de fiesta surgió cuando tenía 15 años; fui invitada obviamente a varias fiestas de mis amigas, y yo siempre quise ponerme un vestido largo o de cocktail; nunca lo obtuve a esa edad, lo conseguí hasta los 17 o 18 años cuando fue la boda de uno de mis primos.

Este año fui por primera vez a la fiesta de Navidad del trabajo de Morgan; el año pasado, aún cuando ya estábamos casados fue cancelada debio a la crisis. Esta fiesta me tenía sumamente emocionada básicamente por dos razones, la primera, la oportunidad de comprar un vestido de esos que siempre quiero -ajajaj y bueno, también los zapatos-; lo segundo pero no menos importante, asistir finalmente a una fiesta canadiense, ¡sí! fiesta en la que se pudiese bailar, y no reuniones absurdas con juegos de mesa y cosas raras.

Compré el vestido, los zapatos, fracasé con el peinado -la estúpida fulana del salón de belleza me hizo una porquería de peinado, tuve que bañarme y en fin, esa realmente es otra historia-, pero finalmente fui a la fiesta.

Elegante, con cientos de personas, miles de dólares invertidos en comida , premios, y claro, la renta de un salón enorme en un hotel en Downtown Vancouver. Hasta el momento todo era como lo había imagino, aunque me decepcionó el hecho de que no hubiese un fotógrafo oficial como Morgan me había contado que había en fiestas anteriores.

Esperaba ansiosa que la música comenzara, llevaba meses de no bailar, y si hay algo que me encanta es terminar sudando asquerosamente gracias al baile. No comprendo cuando la gente baila y no suda, ¡uno tiene que mover todo el cuerpo y eso genera sudor!



(ajjajaj sé que mi mamá debe estar pensando que lo único que quería era exhibirme, y en buena medida es cierto ajajja y más sabiendo que tengo ventaja por mi sangre latina y facilidad para mover las caderas jajajajaj)

Apenas comenzó la música con un DJ idéntico a Omar Chaparro y yo ya estaba en medio de la pista, obvio, presionando a Morgan que sé que accedió por el amor que me tiene.

Conclusiones del vestido y la fiesta

1. Me encantó mi vestido
2. Creo que me gustaron más los zapatos
3. Si soy lacia y tengo buen cabello, no debo ambicionar peinados que van contra mi naturaleza
4. Si bien estuve consciente que no tocarían salsa, o reagetton, sí esperé un poco de variedad, misma que no se presentó
5. Hay gente sin ritmo, pero otros más sí pueden bailar
6. La gente aquí no conoce lo que significa el término "buen ambiente" en una fiesta
7. La gente tampoco comprende la idea de "viboritas" "ruedas" y demás cosas que conlleven a tocar a extraños
8. Buena fiesta en general, no quiero ser negativa ya que cumplió con los requisitos que yo tengo para considerar eventos como fiestas: música, alcohol y baile. Sobre la calidad de los bailes y la música no haré comentarios ajajjaja

¡Ya quiero que sea la fiesta de este 2010!

Nota: Sigo sorprendida de que las fotos sean de calidad y al menos yo salga favorecida.

Palomitas


Mi mamá hacía las palomitas en la misma olla que mi abue cocinaba el arroz...una olla que posiblemente aún exista, por lo que me imagino que debe ser de mucha calidad. Aceite, sal y luego los granos de maíz palomero, al comenzar a escuchar tronidos era hora de que mi mamá comenzara a mover la olla. No recuerdo qué tan frecuentemente mi mamá las hacía, pero sé que siempre me han gustado mucho.

Un mito en mi familia es que, si comes palomitas tienes prohibido tomar agua ¿la razón? el agua hará que las palomitas se te pegarán en el estómago y por consiguiente te enfermes. Yo crecí con esa idea y hasta la fecha, si como palomitas aunque esté sedienta, sólo tomo refresco o de plano nada. Sé y estoy consciente que este mito es completamente falso, Morgan todo el tiempo toma agua y nunca se ha enfermado, y lo mismo deben hacer millones de personas.

Entre los 5 y 10 años, comí por primera vez palomitas de maíz hechas en microondas gracias a mi tía Chatis, a mi me parecía la cosa más moderna del mundo. Fue hasta los 11 años tuve en mi casa un microondas y mi mamá y yo comenzamos a comer palomitas con más frecuencia, hasta entonces fue que descubrí las palomitas de queso; al principio las rechacé por completo, pero poco a poco las fui aceptando

Meterse a la boca puños de palomitas es lo mejor del mundo; yo no puedo comer palomita por palomita, no saben igual. Es buenísimo también exprimirles limón, valentina y hacer mugrita y media con las palomitas que se aguadan y se quedan hasta abajo.

Las únicas palomitas de las que no he sido fan son las de caramelo -sé que a mi amiga Dennice le gustan mucho-, puedo comerlas, pero jamás las compraría para ver una película en el cine o prepararlas en mi casa.

En Canadá las más populares son las de mantequilla y queso...ambas cosas con excesos asquerosos. A las del cine, realmente les agregan mantequilla líquida, según yo esta opción no existe en México, al menos no en el 2007.

Ahora que he cumplido con mi tema arbitrario, contaré cosas un poco más interesantes, quisiera decir que como palomitas, pero la verdad es que no como nada ajajjaja

sábado, enero 02, 2010

2010

Este lunes 4 estaré de regreso con nuevas cosas que contar sobre la Navidad, Año Nuevo y alguna otra cosa que se me ocurra -y claro el tema de la encuesta-. Mientras tanto les deseo un

¡Feliz 2010!