El viernes, después de meses y meses comí melón y me sentí realizada.
En mi infancia el melón no me gustaba, ¿la razón? Ahora que lo reflexiono no tengo ninguna sólida, pero creo que era porque me gustaba más la sandía, tal vez lo relacionaba con “A la víbora víbora de la mar…será melón, será sandía(…)” ajjajajaja y yo siempre preferí sandía
Pero regresando al viernes comí unos 8 pedacitos enanos pero me fasciné por completo. ¿Algo mejor? Fueron gratis: ¡sí! ¡Fruta gratis aquí en Vancouver! Bueno, el precio que tuve que pagar fue estar en un gimnasio lleno de niños de menos de 6 años, por unas dos horas. ¿Volvería a pagar ese precio? Amo a los niños –especialmente bebecitos de menos de 5 años-, extraño la fruta, pero el melón no es mi pasión y ya quiero comenzar a respetarme; conclusión:
¡puedo pasar otros 10 meses sin melón dulce!
1 comentario:
Hola
Creo que has pasado 10 meses sin comer realmente lo que te fascina, podrás superar más tiempo el no comer melón jajajaj TQM
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