miércoles, diciembre 05, 2007

Mi experiencia con la discriminación.

Cuando estaba en el kínder, alguna vez dije a mi abue que quería ser blanca -como mi amiga Teicu- y no morena. Sin embargo estoy segura que no me generó complejo alguno porque no recuerdo alguna experiencia traumática en mi niñez relacionada con mi color de piel, mismo que ahora no cambiaría por nada del mundo. Hoy, me enteré que una de las amigas de Nicola (la niña que cuido aquí en Vancouver), una niña preciosa llamada Avneet, le preguntó a su mamá que cuándo podría cambiar su color de piel a blanca y volverse rubia. Fue impresionante. Obviamente todo esto como consecuencia de comentarios de otras de sus compañeras de clase. A raíz de eso me vinieron tantas cosas a la mente, pensé en los padres de las niñas que hicieron esos comentarios (a las mamás las conozco y veo todos los días), pero sobre todo en mi propia experiencia con la discriminación.

discriminar.

(Del lat. discrimināre).

1. tr. Seleccionar excluyendo.

2. tr. Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.

Sobre lo que viví en el kínder de “querer ser blanca” la verdad es que no podría asegurar que lo hice porque alguien me discriminara, posiblemente solo fue porque a esa amiga –Teicu- la veía como un Dios y quería ser como ella. Pero después de eso, toda mi primaria fui realmente feliz; en la secundaria, aún cuando me cambié de escuela y ciudad, siempre fui bien recibida por mis compañeros , e igualmente en el primer año de preparatoria (también en diferente escuela) que cursé en la Ciudad de México. Obviamente en todos esos años hubo gente que me quiso y le agradé, gente que no le caí bien, pero nada por lo cual yo me sintiera verdaderamente excluida.

Cuando regresé a vivir a Puebla y entré a una nueva escuela, tuve una de las experiencias más traumantes de mi vida (de ahí deriva un problema hormonal que tengo que aún no está arrelgado, y eso ya tiene más de seis años). Desde antes de mi primer día de clases ya estaba predispuesta a que sería horrible estar en esa escuela, pues aunque no sea posible, fue mucho pero de lo que imaginaba, no sólo el primer día sino los dos años que ahí estudié; son tantas las cosas que puedo decir de ese colegio (sólo hay una maravillosa que algún día platicaré), pero ahora no vienen al caso.

¿Fui discriminada? ¡Sí, sí lo fui! Pero por suerte, ya tenía edad y criterio suficiente como para salir perfectamente adelante sin sentirme rezagada por no formar parte “del grupo” de mis compañeros de prepa.

Nunca me cansaré de decir que es una escuela horrenda, y que conocí ahí a algunas de las peores personas de las que tengo memoria. Tengo grabada una escena en la que una compañera -Greta- repartía material para la clase de computación, el mío me lo aventó vilmente delante de todos, mientras que los demás lo recibieron en las manos. También recuerdo a mis compañeros cuchicheando mientras yo hacía alguna exposición en la clase de Español, burlarse de mi, no hablarme, ignorarme, darme la espalda. Recuerdo y sólo confirmo que era gente nefasta, no quiero utilizar la palabra “escoria” porque me parece muy fuerte, pero sí, algunos entran en esa categoría.

(Obviamente también fui testigo de casos mucho peores de discriminación en esa escuela)

Luego estudié la carrera en una universidad pública, donde jamás pensé encontrar discriminación, para mi sorpresa, encontré mucha, y de hecho, varios de esos acontecimientos fueron lo que me motivó a escribir un ensayo para el IFE mismo que fue publicado y del que hago mención en la primera entrada de este blog.

¿Qué puedo comentar de la universidad? Pues tristemente tuve un profesor que discriminaba a un compañero invidente, y otro más, que me daba Derecho Internacional Público que concretamente nos dijo: “Yo jamás le daría la mano a un negro: ¡nunca!” Y de compañeros hacia compañeros, lo que narro en mi ensayo del IFE es una mínima parte.

A pesar de todo, en la universidad la discriminación no recayó en mi.

Ahora que escribo me doy cuenta todo lo que puedo comentar sobre este tema, hoy simplemente quise contar el cómo la discriminación ha estado conmigo a la largo de los 22 años que tengo; he sido afortunada porque en casi todas las etapas he únicamente testigo, pero esta mañana que supe que Avneet era víctima, sentí mucho coraje, enojo y tristeza.

Finalmente sólo comentaré algo que mi amiga Dennice alguna vez me dijo sobre la discriminación y que desde entonces, le robé la idea y siempre la digo -dándole el crédito que se merece- : “Silvia, el hecho de discriminar sólo denota ignorancia

Fuente: Diccionario de la Lengua Española. Real Academia de la Lengua Española. Vigésima segunda edición.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca vivi directamente la discriminacion. Pero lamentablemente es algo que sigue y seguira... mientras aun en este tiempo haya menatlidades asi, seguiran dejando ese sucio rastro en la huellas de sus hijos, y asi sucesivamente. Como bien dijiste, el que discrimina es ignorante... no queda otra cosa por decirle.
Y lo peor, es que cada vez se van "inventando" mas discriminacion... por estar vestido de distinta forma, llegar a discriminar.... realmente, ya no saben que inventar.
Un tema que tiene mucho para decir, mucho para hacer; pero no con toda la gente disponible a aceptarlo...
Y para todo aquel que es discriminado, aunque sea duro.. ignorarlo es mostrarle su indiferencia, y hacer valer lo poco e irracional que tiene ese comentario.
Sil cuidate, te quiero
Euge

Anónimo dijo...

Creo que no he sentido discriminacion hacia mi persona, aunque no niego que muchas veces me he sentido escluida dentro de algunos grupos sociales, pero no soy de las personas que piensan que el color de piel, la religion o la clase social, hace a las buenas y malas personas, pienso que las personas que discriminan mas que ignorantes, son personas inseguras, que tienen algun trauma que desquitan con los demas, solo te digo que me da gusto que no te sientas mal por que las personas de la prepa no fueron los mejores del mundo, realmente ellos se lo perdieron de conocer a una niña tan linda como tu, y sobre todo se perdieron de una excelente amiga.
te quiero mucho
Dilia

Anónimo dijo...

Hola

Se que no tienes, ni has tenido, ni tendrás problemas con la discriminación, y eso habla bien de tu calidad humana