Obviamente fracasó ese lunch y por años me resistí a comer huevo cocido; sin embargo, este domingo, tuve que comerlo porque fue parte del típico desayuno de Pascua.
¿Cuál fue ese desayuno?
**Café
**Unos rolecitos de canela con fruta (bueno, con trocitos de alguna cosa dulce)
**Huevos cocidos pintados. Ahora bien, esto es lo que se hace: cada quien toma uno, se ruedan en la mesa y se tratan de chocar con otros huevitos que las personas avientan, el objetivo, estrellar el huevo y luego limpiarlo ¿tiene sentido? No mucho, pero aquí con todo se fascinan. Una vez limpio el huevo se come con sal y pimienta.
Desde kinder había odiado el huevo cocido, pero el domingo tuve que comerlo por educación y porque así fui enseñada por mi abue (ajjajaja ¿no es lo máximo mi abue?). Y debo reconocer que no sabe mal, si bien no es una cosa exquisita, posiblemente de ahora en adelante lo coma más seguido.
Gracias a la mamá de Morgan (que coció los huevos y me los dio) y a mi abue (que me enseñó a comer todo lo que me den cuando soy la invitada) he vuelto a dar otra oportunidad el "huevito cocido"
2 comentarios:
Hola
Yo siempre te dije que no sabía tan mal, pero que bueno que ya le diste otra oportunidad, te felicito, por ser educada y comer lo que te den aunque no te guste. TQM
Mmmm cada vez me caen mejor los canadienses, me parecen lindas y curiosas sus costumbres jaja ke bueno ke las compartes con nosotros.
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