jueves, marzo 13, 2008

Patricio Ricardo Gavito Soto


Amo a Patricio Ricardo Gavito Soto,
lo amo con sus ojos verdes,
y su nuevo interés por el narcotráfico.


Lo amo cuando hablamos por teléfono
y me doy cuenta que sigue fumando;
adoro la historia esa de su tía que vive en EUA
creyendo ser legal,
pero que vive en la ilegalidad.


Lo amo aunque odie hacer tareas
y esté en contra del sistema educativo nacional.


Adoro su voz;
adoro que exista,
pero sobretodo que exista conmigo.


Si lo quiero es porque le importa de igual forma
mi salud,
los piojos que tienen mis vecinos,
o las lágrimas que derramo cuando me siento sola, fea y miserable.



Lo quiero, porque él sabe que no es
ni mi esposo, ni mi novio, ni mi amante.
sino al que más he querido.


Lo quiero, porque uno de esos días que tanto lo necesité,
me dijo que yo era la única persona
que él conocía, que merecía ser feliz.


Lo amo porque cree en la justicia.

Lo amo porque es tan arbitrario como yo.


Lo amo, porque adora la arquitectura y porque
ambos disfrutamos el jazz y el minimalismo.


Lo amo porque es brillante,
porque es la única persona de 23 años brillante que conozco.


Si lo adoro, es porque es un súper hombre,
y porque juntos somos "un hombre y una mujer".
(!Cuánto significan las dos versos anteriores!)


Lo amo porque me mira a los ojos cuando conversamos.

Lo quiero porque me conoce, porque
sabe quién es Silvia Almanza Alonso "Vasconcelos"


Lo amo porque nuestro amor existe
aunque no sea real;
porque sé que algún día
-quizás a has 70 años-
estaremos juntos.

Lo amo, amo a Patricio Ricardo Gavito Soto,
y es un hecho que debo hacer una lista de mis motivos,
porque sin duda los anteriores, parecen ser meras observaciones.


Silvia Almanza Alonso
marzo 13, 2008.


Pd: Odié que rimara el final, pero no quise cambiarlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola

Que bonito que quieras así a un amigo, él debe sentirse orgulloso de tenerte como amiga. TQM

Anónimo dijo...

Patricio Ricardo Gavito Soto, vaya persona!. Yo me quedé en el principio y aun asi fue un shock para mi mente tan estrecha de aquél entonces. Era el nuevo, era el que quería lockers en una escuela de monjas y profesores que dejaban mucho que desear, al igual que los alumnos. Tanta cosa supongo fue lo que hipnotizó a unos cuantos, a otros encolarizó, y a muchos más simplemente... nada. Cómo nada?! no lo vieron?! era tod un personaje!! Tal vez muy complejo para nuestro mundo puberto de facilidades superficiales, tal vez perfecto para ti Silvia :) Yo lo conocí y te conocí, pizca suficiente para saber que entre ustedes dos jamás habrá sentidos suficientes.