Recordarán que apenas escribí sobre lo confundidos que están los canadienses sobre las frutas e infinidad de otros temas (ejemplo soprendente: están convencidos en el Bacardi es una buena bebida); pues comentaré sobre el concepto que tienen de pollos.
Cuando los canadienses tienen entre sus manos uno de esos pollos de hule, que son de vil plástico y normalmente para hacer bromas, no comprenden el por qué son amarillos, al menos mi novio pensaba que era algún error en una de las tantas fábricas chinas que deben manufacturarlos; él nunca ha visto un pollo muerto, salvo los empaques de las pechuguitas o piernas que compra en el congelador, no tiene idea que la piel del pollo es amarilla, no cabe esa idea dentro de su cabeza.
Para abrirle los ojos –porque aunque se lo expliqué no hay nada como ver un “pollo amarillo” por primera vez- vimos el video de Café Tacuba de Ingrata.
3 comentarios:
Cuenta la leyenda ke en realidad la pielecita de los pollos no es amarilla, si no blanca. Pero según si la pintan de amarilla parece más apetitosa para el consumidor...kién sabe si será.
Hola
Ya imagino la cara de Morgan, si viera a un marrano y a una vaca muertos en el rastro se desmayaría o no?. tqm
Pues de hecho dama bizarra tiene razón, su color amarillo se debe a un colorante, cuando te enteras, deja de ser apetitoso, ya que quien acaba comiendolo, somos nosotros...
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