Pero regresando a los niños que van al parque y a la escuela, siempre están gritando sin razón alguna, principalmente las niñas. Sin embargo, cuando me quejo interna o externamente de sus gritos, me recuerdo a mi misma que yo siempre gritaba con loca cuando estaba jugando al aire libre. ¿Por qué gritaba? ¡No tenía razón! Supongo que era porque estaba feliz. Y la verdad es que sigo gritando, basta con que esté con mis amigas y no platicamos, sino que literalmente gritamos, y más cuando nos emocionamos. Estar en Vancouver me ha hecho civilizarme un poco ajjajaja pero de vez en cuando, si estoy en la calle con Morgan y le platico algo importante, comienzo a alzar la voz y Morgan tiene que decirme que me calme.
Cada que escucho a los niños gritar sin ninguna razón, me hace recordar jugar en el recreo de la primaria , o jugar en el patio con mis vecino y gritar como vil loca. Ahora que lo pienso, quizás esos gritos son con la mejor razón del mundo: ser feliz y disfrutar lo que se hace.
2 comentarios:
Qué lindo lo que contás Silvia. Porque esos gritos de los que hablás tienen que ver con la alegría de expresar lo que sentís.
Me encanta que seas así, por mi parte, eso a mí me cuesta un poco, soy más bien contenida, por así decirlo. Más bien vergonzosa, bah. Es más, si te pones a hablar fuerte en un café conmigo, seguro que te meto la servilleta en la boca, jajjajaj!!!! Nada de llamar la atención, caramba!!jajja
Sabes?, creo que ya tengo la imagen bien clara de lo que sos. y sigue gritando!!!
Un abrazo!!!!
Jajaj recuerdo en la uni todas gritando como locas, con nuestros comentarios no aptos para menores y nuestras carcajadas que se escuchaban en toda la facultad, que tiempos aquellos, llorabamos, viboreabamos, acababamos al mundo, sufriamos, pero tambien como nos divertiamos, hoy por hoy me hace falta fingir las vocesitas y cantar como una loca nuestras canciones de dolidas, me haces mucha falta amiga, voy a llorar perdon son efectos de mi depresion constante jejeje te quiero!!!
Dilia
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