domingo, julio 29, 2007

¡El día que mataron a Pet y sus hermanos!




¡Estoy peleada con escribir cuentos! Sé que debo reconciliarme con ellos, pero me cuesta mucho trabajo, les tengo una pequeña aversión. Me encanta leerlos, pero si pienso en escribirlos… ahhhh ¡comienzo a derretirme!


En la preparatoria me encargaron, como parte de un proyecto hacer un cuento. En ese entonces, el modelo de preparatoria bajo que cual estudiaba era interdisciplinario por lo tanto, con el mismo esquema nos encargaban los proyectos. El cuento debía incluir todos los temas que en ese momento estudiabamos: el Mio Cid, literatura, química, reciclaje, historia y muchas cosas más que ya no recuerdo. Suena increíblemente loco, ¿no es así? ¡Pues así era! Incluso me dieron el título que debía llevar el cuento “El día que mataron a Pet y sus hermanos”

Como podrán ver, no era nada sencillo poder hacer algo coherente, sin embargo el reto me motivaba mucho; entonces comencé a escribir, y escribir… me encantaba el cómo me estaba quedando, los recursos que manejaba, ¡todo!

Llegó el día de la entrega, a los profesores de cada asignatura se les debía entregar una copia: química, historia, español, etc. En la mayoría de las calificaciones me fue bien, tal vez no saqué 10 –era realmente difícil, al menos a mi parecer conseguir un 10 absoluto en esa escuela- pero estaba satisfecha. Llegó el turno de la revisión de Español, la profesora me llamó. Tenía 22/30… ajjajaja ahora que lo pienso creo que no fue tan mala nota, pero yo me sentí totalmente frustrada. Recuerdo sus palabras: “Silvia, esto no es un cuento, es el principio de una novela, pero no un cuento”.

¡Me causo un trauma total! Yo ya imaginaba el éxito de mi cuento vuelto película (jajaja como suelo normalmente imaginar muchas cosas).
Estaba consciente que Adriana Saenz –mi profesora, que además me caía muy bien y era excelente dando su clase- me decía la verdad, sabía que mi historia no tenia clímax, desenlace... : ¡no era un cuento: ¡tenía razón!

Desde entonces no he vuelto a intentar escribir otro cuento, pero tal vez ya sea tiempo, de que le de a ese género otra oportunidad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja, pero que coincidencia! Fíjate que justamente antier empecé a leer una antología de cuentos cortos de mi autor preferido en inglés, Alexander McCall Smith. El libro se llama "Heavenly date and other flirtations" y se trata de puros cuentitos acerca de citas de todo tipo. Si te interesa puedo prestartelo (por correo) cuando lo termine... como está tu inglés? Te animas? TQMMM Dennice

Anónimo dijo...

Yo odié a PET en su tiempo, pero sabes una cosa? Hoy en día uno de mis hobbies favoritos es escribir cuentos cortos! Además, hay mucho material en todas partes! Ayer justamente fui a brindar mis servicios a una clínica gratuita y la verdad es que conoces a muchas personas y cada una te cuenta historias diferentes e insólitas. Cuando decidí escribir el cuento del "traficante de pericos" fue justamente porque en la esquina de mi escuela de medicina siempre había un señor vendiendo pericos ¿Por qué habíar de escoger una localización tan poco comercial para vender eso? No lo sé, pero algún día haré un cuento sobre eso.
Te quiero mucho Silvia! Chau

Nallely Ortigoza dijo...

jajaja, ahora que tengo que hacer la nota, odio al pet, no los cuentos...
Ya no recuerdo tu cuento...vaya, no recuerdo ni el mío!!
Es cierto!! era muy complicado sacar 100 ahí...