jueves, julio 26, 2007

¡Cansada de la violencia contra las mujeres!




¡Cansada de la violencia contra las mujeres!


Hace unas semanas, en mi nick name de Messenger escribí “Cansada de la violencia contra las mujeres”. Y esto es totalmente cierto, ¡estoy verdaderamente cansada!

He sido víctima de ella, quizás no físicamente pero sí en otros aspectos, y muchas de las mujeres que conozco, lo han sido también.

Yo no soy feminista, ni pienso que las mujeres seamos superiores a los hombres, simplemente creo con firmeza en la equidad e igualdad, sin embargo estoy consciente que esos dos sustantivos pocas veces están presentes en nuestra vida cotidiana, y no me refiero específicamente al caso de las mujeres, sino a esa discriminación que impera alrededor del mundo. Pero bueno, no trato de analizar la desigualdad que hay en el mundo, la riqueza vs la pobreza, el deshielo de la Patagonia vs las emisiones de CO2.

¿Qué es lo que pretendo? Simplemente narrar en qué forma yo he sido víctima de esto. La verdad es que reconocerlo es difícil, el saber que eres parte de esa estadística que publica el Instituto Nacional de las Mujeres, o esos datos que salen en los comerciales.

He estado dentro de ese tipo de violencia que pretende manipular el quién somos. “No te pongas eso…¿así vas a salir a la calle? ¡Ni sueñes que así vas a salir vestida conmigo!”

Si bien que nunca dejé que cambiaran mi guardarropa de blusitas, y mi pantaloncito embarrado (perdón por escribir así, pero ¡es cierto!) por una blusa de cuello alto y falda larga, una que otra vez sí cedí en cambiar mi ropa con tal de no discutir; cuando no lo hacía, y por alguna circunstancia en la calle algún hombre me chiflaba o me decía algo, ahí estaba la voz de esos ex novios diciendo “¿ves? Te lo dije…pero insistes en vestirte así”

¿Comentarios? ¡Sumamente molesto!

Sobre todo esto de la ropa y el control que pretendían ejercer sobre mí, reconocí que era violencia una vez que esas relaciones terminaron; en el momento en que lo viví, simplemente pensaba “éste está loco, pero que ni crea que me voy a cambiar” pero nada más.


Cuando sí me sentí realmente agredida, fue una vez que me gritaron que un lugar público y mucha gente -amigos entre ellos- se dio cuenta. Lo peor de todo esto es que lo permití, y por lo tanto volví a pasar, según yo, solo pasó otra vez más, pero mis amigas me dicen, que fueron muchas otras veces –en las que posiblemente yo estaba cegada y me negué a aceptarlo borrándolo de mi mente, sin embargo, sí creo que haya pasado-.

En otro momento de mi vida –después de eso que acabo de contarles sobre los gritos- el que era mi novio quiso hacerme sentir como estúpida, como si fuera una pobre ignorante que no sabía nada en comparación con él. Tal vez él diga que no fue con esa intención, y puede ser, no lo sé… en estos momento ya no me interesa saberlo. Pero continuando con este caso, cuando me di cuenta de el cómo me trataba constantemente y lo enfrenté todo lo transformó de una forma en que resulté ser yo “quien tenía un problema de confianza en mi misma" o no recuerdo exactamente qué tontería me dijo en ese momento

Otra cosa que duele, igual que los gritos, el manipuleo, y el que la traten a uno como “estúpida” es el silencio, esas omisiones que los hombres escudan bajo pretextos absurdos.

¿Más comentarios? ¡Molesto! Pero a la vez agradecida de nunca haber estado enamorada de ellos, y de que ya no estén a mi lado.


Quizás los hombres que leen esto no lo comprenden del todo, pero, reconocer la violencia y contarlo –primeramente a mis amigas y madre, y luego publicarlo aquí- es realmente difícil, y vaya, no lo es porque quiera llorar en este momento, sino porque a mi parecer denota inseguridad, ignorancia, falta de autoestima hacia mi misma y me deprime el hecho de saberlo.

Está por demás decir que las mujeres no debemos permitirlo, eso lo sabemos, vaya si lo sabré yo que acabo de terminar mi carrera en Derecho, porque así como me siento en ocasiones miserable de haberlo permitido, me siento igual cuando se que le pasa a una de mis amigas, a familiares, a gente que quiero, y más duele el saber, que no hacen nada (que yo no hice nada cuando a mí me pasó).
Me parece muy acertada esa frase que perteneció a una fuerte campaña publicitaria:
"Si le pegan a una, nos pegan a todas”


Denme ahora sus comentarios, o simplemente reflexionen….

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que lo único que me gustaría aclarar al respecto es que el que una mujer sea víctima de la violencia no denota su "inseguridad, ignorancia, falta de autoestima hacia (ella) misma", sino esas mismas cualidades pero en el hombre que la maltrata. Pues un hombre seguro de sí mismo no tiene porque menospreciar a la mujer que tiene a su lada para sentirse bien consigo mismo. Y claro, nunca olvidar que el valiente dura hasta que el cobarde quiere... El problema no somos nosotras! Por qué hemos de permitir que nos hagan creer lo contrario?