En México usamos una frase que dice "A donde fueres, haz lo que vieres", es quizás una forma más siemple de lo que que mi amiga Nalle y yo llamamos sobre-adaptación. En general, tanto la frase como el contenido de la misma es algo que apoyo y que practico constantemente aquí. Aún recuerdo la primera vez que entré a una casa en Vancouver, y vi, sin comprender el porqué, como la gente se quitaba los zapatos y los dejaba a la entrada... en ese momento, no tuve mas que copiarles y fingir nula sorpresa.
Aunque creo adaptarme constantemente en esta sociedad canadiense, creo que ya he llegado a mi límite, sobre todo en cuestiones personales. A veces creo que siempre soy yo la que me tengo que estar interesando por lo que la gente, conocidos, familiares y amigos hacen aquí, tratando siempre de comprenderlos, sus gustos, actividades, el cómo funcionan ciertas cosas y sus significados. Muchas veces mi interés es honesto, soy un persona que le gusta conocer lo que la gente que me importa hace, dice y le gusta, desde cosas importantes hasta detalles ridículos, pero también es cierto que mi interés en ciertas cosas es nulo, pero por educación y en mi afán por adaptarme a esta cultura, ahí esta Silvia, siempre tratando. Pero hay veces que me pregunto ¿quién trata de verdad y honestamente de comprenderme a mi, mis gustos y costumbres, lo que verdaderamente me gusta? Sé que la respuesta no es nadie, sé que hay personas que lo intentan, pero de muchas otras estoy decepcionada. Esto tal vez sea mi culpa porque siempre tengo altos estándares para la gente, quizás las juzgo como perfectas o al menos espero que respondan de la misma forma en la que yo respondería a ciertos temas.
Aquí estoy yo, tratando de saber más y más sobre Gretzky, Emily Carr o el sistema político del partido conservador, aquí está Silvia comiendo papas hervidas sin sal -la gente cree aquí que eso es puré de papa- y tratando de comprender por qué la gente en Vancouver finge amar la naturaleza y respetar los derechos humanos sobre todas las cosas mientras viven en zonas residenciales que les pertenecen a los grupos indígenas.
Mientras tanto, nadie aquí sabe quien es Edson Arantes Do Nascimento o qué significa escribir versos bajo la noche estrellada. Me ven a veces como esa pequeña criatura salvaje del tercer mundo con historias raras, interesantes claro, pero raras. Sé que hay gente que me quiere, que honestamente se maravillan cuando les cuento cómo se celebra un día de la Independencia en México, pero nadie sabe de qué trata mi Himno Nacional o qué música en español me gusta escuchar. ¿Alguien se ha preguntado acaso cuál es mi telenovela favorita o si veía telenovelas en México? Pero Silvia siempre sabe qué películas son las favoritas o al menos el estilo de películas que aquí la gente con la que me rodeo ve.
Y hay días que ya estoy cansada de fingir que me gustan las pinturas del Grupo de los Siete, o de tratar a los animales como personas, comienzo a alcanzar mi límite, y hay cosas para las que he decidido dejar de fingir adaptación o interés. Posiblemente sólo escribo sobre este tema porque últimamente he estado cansada de todo esto, porque a veces siento que vivo en un mundo que nadie más comprende. Tal vez a final de cuentas siga fingiendo y dándole oportunidades a la gente a mi alrededor; y es un hecho que cuando me den papas hervidas sin sal, me las seguiré comiendo porque así fui educada.
3 comentarios:
Entiendo tanto pero tanto lo que sentís. Creo que las personas sensibles son las que se preocupan por el otro y en tu caso, es lógico que al pertenecer a otra cultura intentes conocer el mundo en el que estás viviendo ahora.Pero también es cierto que estamos entrando a un camino estrecho de egoísmo y esto es mundial. No sé si es obra del consumismo, o si la educación que dice estar evolucionando en sus doctrinas en realidad está retrocediendo. Aunque en otro ámbito muy distinto, me recuerda lo que tan bien describes lo que le pasa a mi hija en su escuela. Allí los chicos "pertenecen a otro mundo", para ponerle un nombre delicado, y ella intentó interesarse en ellos hasta que se cansó de hacerlo al ver que era imposible que le retribuyan el interés si ella no pertenece a dicho mundo. La conclusión que me nace por el momento es que hay un problema grave de educación actual, se enseñan muchas cosas en la familia y en la escuela, pero poco de solidaridad y de tantos valores que necesitamos para convivir.
"Mientras esté cómodo, todo está bien." Es el pensamiento de la mayoría. Y de quien está frente a mí poco me importa.
Es muy interesante lo que dices al final, porque realmente esa cultura tenemos en México, no en todas las familias claro está, pero en muchas situaciones si se nos enseñó a que si ibas a casa ajena te tenías que comer lo que fueran a darte aunque no te gustara, a quedarte con muchas opiniones para no ocasionar un conflicto, etc. Yo de verdad que no entiendo cómo la gente puede desperdiciar la oportunidad de obtener cultura de otro país, teniéndote a ti tan cerca, pudiendo aprender algo de un país que está dos escalones abajo... mi cabeza no lo comprende. Me encanta lo que dices sobre tratar de saber los intereses de la gente, porque es cierto, así eres, eres una persona demasiado bondadosa en ese sentido y pienso que no lo han sabido apreciar, porque tienes demasiado conocimiento en literatura y en cinematografía pero claro, como ellos son personas que levantan el meñique al tomar el té, no lo reconocen o ni se toman la molestia en aprender otra cosa que no sea lo que ya tienen allá. Es una lástima, y esperaría que las cosas cambiaran en ese sentido, pero sinceramente no creo que pase, y me da más tristeza. Pero tienes que saber que siempre vas a contar con personas que nos interesamos por lo que haces allá, en lo que cocinas, lees, observas, etc. Yo, por ejemplo. Saludos y abrazos desde México (:
Querida Silvia:
Después de 10 años de exilio voluntario en Suiza, también sufro a veces de lo mismo. Una llega a un nuevo país y se adapta, se informa, apremde y absorbe como esponja todo sobre la nueva cultura. Sin embargo, creo que en estos países de inmigración como son Canadá y Suiza, los extranjeros somos tantos y venimos de tantas partes del mundo, que la gente ha dejado de sentir curiosidad y asumen que puestoq ue vivimos aquí, tenemos los mismos referentes culturales que ellos.
Ánimo, amiga!
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