Finalmente enero se acabó...no veía la hora de que esto sucediera. Mi mamá me mandó un correo (una de esas cadenas) asegurando que este año, enero tuvo 5 sábados, domingos y lunes, y que esto sólo pasa cada 800 años o algo así. No sé si esto es buena suerte o malo, pero este enero ha sido de los peores que he vivido y me alegra que no se vaya a repetir en lo que me queda de vida.
En enero, lo que quería es que fuera febrero, cosa que ahora agradezco. Sin embargo, ya quiero que sea verano, ya quiero que acabe el año, ya quiero acabar la escuela, cosa que pasará hasta el verano 2012. Yo toda la vida he amado ir a la escuela -creo que esto lo he dejado en claro varias veces-, pero esta vez, no puedo decir lo mismo. No odio ir, pero ya estoy cansada de que aquí todo sea tan diferente... Por suerte, debo reconocer que el tiempo se va rápido, pero repito, no veo la hora de dejar de ir a la escuela. A estas alturas, dudo mucho terminar esta segunda carrera aquí en UBC y tener una amiga verdadera en la Universidad, lo veo tan dificil que prácticamente lo he descartado y esta realidad no me gusta.
Hoy salí con mi amiga Lorena y me hizo tanto bien; ella entiende cosas que nadie aquí comprende. Posiblemente ella tampoco comprenda del todo cómo me siento en ocasiones -tanto física como emocionalmente-, pero lo intenta, me escucha y eso para mi es suficiente.
Tal vez sólo necesito que los días se alarguen más, que salga el sol y deje de llover.
Nota: Este post quedó muy gris y poco optimista, lo siento.
2 comentarios:
Si amiga tienes razon entre las dos nos entendemos mejor. Pero aun asi es dificil comprendernos del todo. Estamos en situaciones similares, pero a la vez diferentes.
Qué triste, pensé que yo contaba como tu amiga aquí en UBC. Supongo que algo hice mal.
Mucha suerte en tus cursos.
Val
Publicar un comentario