Tengo un nuevo libro de una escritora maravillosa que descubrí en la universidad aquí en Canadá y sobre la que ya he escrito con anterioridad: Lucía Extebarria. El libro que leo es el que se puede ver en la imagen, El Contenido del Silencio. Llevo unos dos o tres capítulos y me encanta, pero ha surgido un problema. Hace meses, encargué en la biblioteca un libro de Juan José Millás, otro de mis grandes descubrimientos literarios en la universidad aquí -por cierto todo gracias a una profesora excelente que es de las mejores que he tenido en mi vida-. El libro, Cerbero son las Sombras -¿no es un título maravilloso?-, finalmente está disponible para que lo recoja de la biblioteca.
El problema es que me siento obligada moralmente a leer primero a Millás porque es un libro de la biblioteca que tengo que regresar para que otras personas lo lean, no se que tan grande es, pero siento confianza en poder terminarlo en 3 semanas que es el tiempo estándar para leer libros en la blbioteca. Pero estoy atrapada leyendo sobre la historia que narra Lucía sobre la desaparición de Cordelina en las Canarias. Estoy segura, porque me conozco, que hoy recogeré Cerbero son las Sombras de la biblioteca y comenzaré a leerlo, y que pronto, muy pronto lo recomendaré tan ampliamente como hoy recomiendo el más reciente libro de Extebarria.
1 comentario:
Qué cosa, busqué esas obras en una librería y no encontré nada por aquí.
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