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Iglesia de El Carmen (Foto de
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Cuando era niña y fui a clases de catecismo para hacer mi primera comunión, mi maestra en la
Iglesia de El Carmen en Puebla, fue la Señora Meche. No recuerdo nunca haber estado en contra de ir, quizás porque mi amiga Teicu de la primaria iba conmigo. No estoy segura si fui todos los sábados por 3 meses, o por 6. Sólo sé que las clases eran los sábados en las tarde de cuatro a seis de la tarde (ajjaja ok, la verdad tampoco recuerdo la hora, pero mi aproximación parece lógica). La Señora Meche nunca fue mi máximo, pero nunca le tuve miedo o me pareció mala maestra. La recuerdo perfectamente, sus lentes, falda, y cómo nos daba siempre una paleta o algún dulce al terminar la clase.
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Interior de la Iglesia de El Carmen |
Terminé mi curso, lo pasé, me confensé e hice la primera comunión con el resto de mi clase. Mi tía Chatis y mi tío Álvaro fueron mis padrinos, mi mamá me organizó un desayuno donde hubo chilaquiles. Mi comunión fue un 24 de julio.
Ahora en Vancouver, vivo detrás (a no más de 50 metros) de una iglesia católica, es la de
San Antonio de Padua, y este año, uno de mis propósitos fue comenzar a ir de forma regular. El padre, es lo máximo, creo que nunca un padre me había caído tan bien. Es ahora que voy a misa, que veo las diferencias y el cómo la gente se comporta, que he hablado con el padre, que me doy cuenta lo buena y excelente que fue mi educación del catecismo, lo buena maestra que fue la Señora Meche. No sé que sea de ella, pero siento que tengo mucho que agradecerle por lo que hizo por mi.