viernes, febrero 20, 2015

Señora Meche

Iglesia de El Carmen (Foto de

Cuando era niña y fui a clases de catecismo para hacer mi primera comunión, mi maestra en la Iglesia de El Carmen en Puebla, fue la Señora Meche. No recuerdo nunca haber estado en contra de ir, quizás porque mi amiga Teicu de la primaria iba conmigo. No estoy segura si fui todos los sábados por 3 meses, o por 6. Sólo sé que las clases eran los sábados en las tarde de cuatro a seis de la tarde (ajjaja ok, la verdad tampoco recuerdo la hora, pero mi aproximación parece lógica). La Señora Meche nunca fue mi máximo, pero nunca le tuve miedo o me pareció mala maestra. La recuerdo perfectamente, sus lentes, falda, y cómo nos daba siempre una paleta o algún dulce al terminar la clase.

Interior de la Iglesia de El Carmen
Terminé mi curso, lo pasé, me confensé e hice la primera comunión con el resto de mi clase. Mi tía Chatis y mi tío Álvaro fueron mis padrinos, mi mamá me organizó un desayuno donde hubo chilaquiles. Mi comunión fue un 24 de julio.

Ahora en Vancouver, vivo detrás (a no más de 50 metros) de una iglesia católica, es la de San Antonio de Padua, y este año, uno de mis propósitos fue comenzar a ir de forma regular. El padre, es lo máximo, creo que nunca un padre me había caído tan bien. Es ahora que voy a misa, que veo las diferencias y el cómo la gente se comporta, que he hablado con el padre, que me doy cuenta lo buena y excelente que fue mi educación del catecismo, lo buena maestra que fue la Señora Meche. No sé que sea de ella, pero siento que tengo mucho que agradecerle por lo que hizo por mi.





Vacunación en los ochentas

En México, mi mamá no me cree, pero es una realidad que en ciertas partes del mundo los padres de niños están decidiendo que no vacunarlos es lo mejor. En este post no pretendo dar mi postura sobre el tema, solo que me pareció una buena introducción. Ayer que fui con el Dr. para que revisara todas las vacunas que me pusieron en México cuando era niña y ver si es que necesitaba algún refuerzo o algo nuevo.

Antes de sentirme feliz, me sentí como una anciana, porque el Dr. practicamente me dijo que mi cartilla de vacunación estaba vieja (vintage fue el término que utilizó), a lo que le dije, bienvenido al sistema nacion de vacunación en México durante los ochentas.
Reconozco que sí se ver super arcaica

Abrío el Dr. su programa en la computadora y yo le fui diciendo las fechas y el tipo de inmunización que recibí. Al terminar me dijo tu mamá te quiere mucho, porque siempre te llevó justo a tiempo, con verdadera exactitutd cuando te tocaban las vacunas. Hubo un día que me llevaron a vacunar el 26 de diciembre, sí, al otro día de mi cumpleaños. Le dije entonces al Dr. mi abue era quien me llevaba.

Siempre he estado agradecida de todo lo que mi abue ha hecho por mi, y ayer reconocí nuevamente lo mucho que siempre me quiso porque siempre me llevó a vacunar, nunca se atrasó por un sólo día, nunca me faltó una sola vacuna.